miércoles, 26 de diciembre de 2018




HISTORIAS DE LA PELOTA-VASCA EN LA ESPECIALIDAD DEL REMONTE
AQUEL 12 DE JULIO DE 1947, HACE 71 AÑOS EN EL FRONTÓN “EUSKAL-JAI” DE PAMPLONA


En los Sanfermines de 1947. El 12 de Julio , en el frontón "Euskal-Jai" de la C/ San Agustín de Pamplona, se celebró  un partido de pareja contra trío en la pareja "El Mago de Arróniz" Jesús Abrego Narvarte, acompañado del navarro de Alsasua Zacarias Elizalde (Elizalde II) frente al mejor trío del momento compuesto por José Urtasun, Juan Iturain, y Jose Mª Salsamendi III


Pamplona El 12 de julio de 1947 
En el marco de un Euskal-Jai brillante por la asistencia y la expectación, Jesús Abrego se enfrentaba, en uno de los momentos más completos de su excepcional carrera, a un gran trío. Era la costumbre: Jesús Abrego, dominó hasta alcanzar un 44-34. No había lugar a dudas. La cátedra casi había enmudecido. Pero llegó la reacción y lo insólito: el encuentro se decidiría por el trío. Dicen que los corredores no tenían dinero con el que poder pagar…
Ese partido ha quedado cincelado para la historia de la pelota. Y en un documento que creemos es pura reliquia, el llorado Balerdi, cercano en el cariño y maestro diseñaba de esta manera la crónica de aquel inusual encuentro. Cuando hayan vuelto la esquina 20 años, todos los que entonces vivan contarán a la gente joven, para matar asombros inverosímiles, un caso de pelota que será así. El año 1947 por las Fiestas de San Fermín, en el frontón Euskal-Jai, que era un caserón apretado por la multitud, jugó Jesús Abrego el Mago del Remonte, un partido sensacional, de pareja contra trío acompañado de Zacarias Elizalde II, el fenómeno del remonte, al que se le llamaba el Emperador, se midió con las figuras más relevantes de aquella generación.

Salsamendi III y Jesús Abrego


El encuentro estuvo rodeado de abundante expectación, Abrego, que bordeaba ya el principio de su veterana carrera, se sometía a la durísima prueba de batirse con los tres puntales del remonte. ¡Qué partido¡ Dominó casi siempre Jesús Abrego, que se mostró tan superior en recursos como siempre, y esgrimió, además, una potencia de brazo que se sabia mitigada!Buena pelota a ratos , la que se jugó por parte de los cinco pelotaris¡ El trío tuvo casi siempre dos elementos importantes: Urtasun e Iturain. Cada pelotari tuvo un rato de éxitos. Al principio, el que acertó fue Urtasun, un pegador fenomenal, luego flaqueó. Y entonces comenzó a funcionar Ituráin, artista soberano.
El más flojo del trío fue Salsamendi III, un joven zaguero que despuntaba mucho por entonces. Pero Jesús Ábrego, imponía su calidad. Y se anotaba ventajas que oscilaban entre 4, 5 y 6 tantos. Así fue hasta el tanto 26-21. A esa altura del encuentro el trío provocó la igualada a 26-26, en pleno funcionamiento de Urtasun e Ituráin. Siguió el equilibrio durante un rato con empates a 27, 28, 29, 31, 32 y 33. A esta altura del partido,  en gran  esfuerzo del Emperador le llevó al 41-33. Se había desconcertado Urtasun y los saques de Elizalde II sumaron 3 tantos directos, amén de otros cuantos en los que por ser muy ajustados de la jugada imponía la entrega de la pelota que El mago de Arróniz, remataba tranquilamente. Todo parecía decidido. Remachando esa impresión, el fenómeno se colocó en un 44-34.  El partido estaba concertado a 45 tantos, y el senado derrochó sus ofertas de apuestas en proporciones extraordinarias. Pero sabed, muchachos que la pelota es redonda: Ello quiere decir que anda siempre a vueltas. Afinó su saque Salsamendi III, un saque fuerte y cruzado para descartar la entrada de Ábrego. Aquellos tiros no eran mortales, precisamente. 

El gran zaguero de Orio-Guipúzcoa, que jugó en el centro del trío, y que realizó una gran partido 

Pero falló algunos restos Elizalde II, entregó otros, que luego apuntillaba Urtasun, crecido de ímpetus y violencia. Entre lo uno y lo otro, el trío llegó al tramo al tanto 41, en una atmósfera de tremendo nerviosismo. Hubo entonces una ocasión en que el “Mago” cruzó un pelotazo impecable, con sello de tanto definitivo. La pelota cruzando la kantxa con colocación magistral, fue a morir al rebote, del que salió caída y corta. Pero Salsamendi III metió su cesta, la llevó a buena de modo magistral y tuvo aún la fortuna de arrimarla, ganando el tanto. Había ya mucha carga de nerviosismo en la kantxa y en las localidades. Y el empate a 44, cosa increíble para muchos se consumó. ¡Oh, aquel momento de inenarrable algarabía¡ El juez, que se llamaba Gárate paró el juego para alivio de las finanzas. Y con la escolta de una emoción terrible, el tanto 45 cayó para el trío, en una pelota de Jesús Abrego que hizo sonar la chapa superior del frontis, contestando a un trallazo de Urtasun.
   
                   Zacarias Elizalde (Elizalde II)                    El navarro de Lizaso, José Urtasun,                                                                                                       delantero que realizó su carrera en el                                                                                                        frontón "Recoletos de Madrid"

No os asombréis nunca de nada: En la pelota, igual con los remontistas que con los que jugáis a pala corta en la Larraina y en el Tenis suceden cosas tremendas. Antes os he comentado los saques de Salsamendi III. Para que veáis que tengo buena memoria voy a deciros que Salsamendi III hizo 4 tantos directos con el saque y 2 faltas. Y Elizalde II, 9 saques y 9 faltas respectivamente. ¡Que tarde aquella, santo Dios¡ Aún recuerdo todo lo que me apretaron y todo lo que sudé en el maremágnum de la concentración, en la que había señoritas de belleza fastuosa. Ahora tenéis frontón más amplio y bonito, pero las mujeres son infinitamente más feas. Vaya lo uno por lo otro. Dejo escrita la referencia para ayuda de los que quieran rememorarla algún día. La jornada ha de hacerse histórica. Y lo que queda dicho es lo que ocurrió, contado del más objetivo modo. Sírvase de ello el lector de hoy, que ayer vio, sudó y vivió ese match, después del cual todos los imposibles parecen bromas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario