jueves, 29 de agosto de 2019


HISTÓRIA DE LOS TRINKETES DE PAMPLONA EN EL SIGLO XIX,Y LA INVENCIÓN DEL (YOKO-GARBI)

Plaza de la Constitución, con el monumento a la (Mari Blanca) patrona de los desamparados, actualmente Plaza del Castillo

 Pamplona  año 1900
Este articulo está escrito por el inefable Jokintxo Iludían. En el año 1840, existían en Pamplona, varios juegos de pelota, bastantes más desde luego que hoy (año 1944).
A pesar de que la ciudad no sobrepasaba los (25.000 habitantes).
Probablemente el más antiguo, aunque de carácter particular era el del Seminario de la calle de la Tejería, que existió medio derruido y carcomido por el paso del tiempo  y el descuido, hasta el año 1930; tenía una puerta aparte con el Seminario y se subía al trinkete por unos ocho peldaños de escalera irregular. Allí llegaron a jugar varios mozos pamploneses. Conservaba los recovecos de una construcción irregular lo cual servía para que la pelota tomase en la pared unos efectos raros, y el techo era de vigas de madera en tramos dispares. Tenía un pasillo bajo, techo a la izquierda, con una red metálica a base de hierros, y en la parte alta de la izquierda unos balcones que en su tiempo habían sido palcos de los muy reverendos y señores catedráticos.
Existía también el largo, para lo cual se habilitaba en  primavera, verano y en las Fiestas de San Fermín la plaza de la Constitución (actual plaza del Castillo), en su lado más soleado y se ponían bancos alrededor del juego que solían sacarse del teatro viejo de la calle de Comedias y de la Iglesia de San Nicolás.
Pero los que fueron más populares fueron los de la Pellejería y los de la calle de San Agustín. El de la Pellejería estaba frente a la plazuela del mercado de cerdos y fue derribado cuando se instaló la fábrica de pastas de los  industriales Señores. Oteiza.
Era largo y tenía salida también a la calle de los Descalzos.
Vivió y existió durante todo el azaroso periodo de las guerras civiles y de sitio en Pamplona. Entre los datos que he podido investigar sobre este frontón es que allí se reunió más de una vez la famosa partida de “Carricalutxe”.
Una anécdota, un tanto macabra, pero de fuerte sabor del sector turbio y pendenciero de los viejos trinketes pamploneses la voy a recordar aquí.
Hasta hace años era conocidísima en todas las tiendas antiguas del barrio de San Lorenzo. El año 1885 el cólera hizo estragos en Pamplona. ¡El famoso año del cólera¡ en el Ayuntamiento hay unas curiosas testaciones sobre el avance del cólera. Un escribano, anota al margen de ciertos documentos.

El Cólera está en Caparroso
A los cinco días: “El cólera está en Puente la Reina”. Después: el cólera está en Noáin, para terminar tan terrible invasión, anotando cierto día: “El cólera ya ha llegado a Pamplona”. Pues aun cuando la ciudad era muy pequeña fue muy numerosa la mortandad diaria y el Ayuntamiento, para evitar el triste espectáculo de ver “depósitos” y más “depósitos” para  toda la ciudad y a todas horas, dispuso que los que falleciesen fueran llevados, por la noche, a la pequeña capilla de la Virgen de la O, y de allí, al filo de la madrugada al cementerio El otro trinkete clásico en el viejo Pamplona del ochocientos, era el de San Agustín: más moderno que el de Pellejería, más alegre y de más garantía. A finales del siglo XIX, era frecuentadísimo por toda la juventud de Pamplona, que alternaba, para satisfacer su afición entre el “Juego-Nuevo” y el trikete de San Agustín más moderno que el de pellejería más alegre y de más garantía. Está situado en el lugar que ocupo el viejo Euskal-Jai  y su pared derecha es la que ocupaba el bar del frontón. Igual que el de la pellejería también tenía salida a la calle de la Merced y frente al trinkete había una taberna siempre frecuentada por aficionados a la pelota y los vecinos de la calle, su dueño era un tal Azcona al que le llamaban “Minchar”. Varios aficionados de los que después llegaron a ser famosos pelotaris en el Juego-Nuevo hicieron su aprendizaje en el trinkete de San Agustín, que tenía dimensiones bastante grandes, con paredes ciegas a los dos lados y tejadillo en la zaga. Tal sucedió con “Matxin” el popularísimo Martín Etxegaray, que fue uno de los que más jugaron en dicho trinkete. Se recuerda de  un partido que jugó en mayo de 1898, contra otro buen mozo; “El Sanitario de Esquiroz”, a quien le llamaban así porque había estado o estaba de soldado en el Cuerpo de Sanidad. Era un domingo y comenzaron a jugar (mano a mano) a las diez de la mañana.
Entre los amigos de uno y otro, se jugaba mucho dinero. “Matxin” salió con una camiseta de pelotari a la moda de entonces a rayas coloradas, el “sanitario” con una camiseta de fuerte tela negra. Cuando estaban igualados a cinco juegos muchos de los espectadores fueron a oír misa a San Agustín, volviendo después al trinkete. Ya estaban jugando a cinco nuevos juegos. Luchando y sudando, les llegó la hora de comer, bebieron algo caliente, se abrigaron con unas mantas unos minutos y siguió el partido. Toda la tarde estuvieron jugando y a las siete estaban nuevamente igualados a juegos después de haber hecho cada uno (veinte juegos) en ese momento el juez un tal “Zamorano” suspendió el partido,  después de nueve horas de juego, y con aquellas pelotas que aunque blandas, eran grandes y de poco toque. Otro partido que aún se recuerda fue el que jugaron Saturnino Aramendia y Lucio el Telonero, un peón que tenía Vives, contra “El Esquilador de Astráin”, mozo que cuando venía a jugar a  Pamplona levantaba un torbellino de discusiones. Ya de pequeño se vio en el la valía e intuición para el juego de la pelota y los de Astráin le llevaron un día a Puente para que jugase contra los dos mejores del pueblo. Los de Astráin volvieron repletos de buenos dineros. Otra vez jugó en Obanos, un partido de gran expectación comarcal contra Eugenio Eraso de Uterga, quien le ganó al “Esquilador” Tenía días de juego genial y partidos en los que se abatía inesperadamente. El partido que jugó en el Trinkete de San Agustín a que hacemos referencia era a jugar la pareja solamente con la izquierda y “El esquilador”, libre. Se atravesaron grandes cantidades de dinero y rompieron no sé cuantas pelotas, jugaron no sé cuantas horas, porque en el trinkete aquel, muy parecido al de Lecumberri, el tanto era muy difícil de rematar. Y, al final, tras varias igualadas, en el último juego, los tres o cuatro últimos tantos los hizo Aramendia con una habilidad extraordinaria y aprovechándose del manifiesto decaimiento o descorazonamiento del de Astraín, quien de resultas de este partido, enfermó para una buena temporada. Antes de ocuparnos de la época de la iniciación del remonte, que tuvo lugar en aquel inolvidable Juego-Nuevo de Pamplona, justo es, que pongamos un poco de orden, los recuerdos de los famosos pelotaris de fin de siglo XIX, y que fueron, por su popularidad nacida de su valía, los ídolos de los públicos de entonces. Además de la pelota a mano, privaba el guante, primero corto y después Mauser, muy alargado y estrecho, de pergamino duro y amarillento.

Según el Abate Blasi,
La aparición en el año 1857, en Saint Pée-sur Niville-Francia, de una nueva modalidad de pelota, llamada (yoko-garbi), juego-limpio, que comenzaba a mostrar su pujanza y que, si en un primer momento utilizó guante de cuero, prontamente comenzó a utilizar guante de fibra vegetal, llamado “txistera”. Este nuevo juego que comenzaba a extenderse y que iba a dar los mejores pelotaris surgidos en el pais-vasco no necesitaba las dimensiones de un frontón de largo y la nueva medida era apropiada para su desarrollo. Un guarda forestal de Saint Pée sur Nivelle, llamado Ganish Halsoueth, cuenta en una carta, que un joven llamado Jean Dithurbide, conocido por “Gaint-Txiqui”, nacido en 1844, tuvo la idea de fabricar un guante más Liviano y manejable que los utilizados hasta entonces, dando lugar al nuevo juego de la xistera.


Pequeña txistera de juego-limpio (joko-garbi) y la gran txistera de
(cesta-punta) con la que se juega  actualmente


Cuenta igualmente Ganish Halsouet que cuando “Gaint-Txiqui” era niño tenía la costumbre de ir a jugar a pelota a casa de su padre los días de mal tiempo. Esta casa tenía un pequeño Departamento interior de reducidas dimensiones, 6,40 x 6,20, y allí fue inventada la pequeña- txistera. (Yoko-Garbi), Juego-Limpio. La idea le fue sugerida por los cestos o canastillas que existían en dicha casa que eran empleados para recoger alubias, cerezas, manzanas y otros productos. Estas canastillas estaban recogidas por ambos extremos, adquiriendo una forma ovalada. “Gaint-Txiqui” pegó con la canastilla dos o tres veces a la pelota, dice la carta de Ganich Halsouet, e inmediatamente le vino a la mente la idea de que sería posible hacer con varitas de madera canastillas que tuvieran la misma forma de los guantes de cuero. Continúa la carta diciendo que así fue inventada la txistera en Saint Pée el año 1857. En todo el país, había numerosos frontones dispuestos para tal juego, cuyo radio de acción abarcaba, con las pelotas de entonces, hasta 18 cuadros: eran abiertos con graderías de piedra o de madera tras la amplia y arenosa contra kantxa y tenían nombre de fama, por los partidos que en ellos se disputaban, los dos del viejo Bilbao, el de Portugalete, Markina, Durango, Vergara, Azpeitía, Renteria…y el Juego-Nuevo de Pamplona, adosado a la casa de Misericordia, cuando estaba situada en la Taconera, posteriormente Paseo de Sarasate, y después, el gran frontón  descubierto de verano el Jai-Alai del barrio de Ategorrieta de San Sebastián que se construyó en el año 1887, al calor del renacimiento de la afición a la pelota, operado por el Guipuzcoano, Indalecio Sarasketa, el “Gran Txikito de Eiba


El Napoleón de la Pelota-Vasca en el Siglo XIX, Indalecio Sarasketa (Txikito de Eibar 1860.1900)














jueves, 22 de agosto de 2019



D. Antonio Peña y Gañí, San Sebastián 1856-1896
El gran cronista Donostiarra, en tres especialidades,
Pelota- Vasca, Tauromaquia y Opera

D. Antonio Peña y Goñi (1856-1896)


 San Sebastián. D. Antonio Peña y Gañí 1856-1896  

San Sebastián año 1892 Estas páginas como introducción al libro están dedicadas al gran escritor donostiarra, que fue un erudito en tres materias bien diferentes (Pelota, tauromaquia y Opera), con gran éxito en las tres, pero  a mi lo que me interesa es la pelota, y aprender de este gran maestro de la pelota-vasca. Ha llegado el momento de ocuparnos de un hombre muy importante en el campo de la bibliografía de la pelota-vasca. D. Antonio Peña y Goñi. Literato de nota, intelectual brillante, académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Comendador de la orden de Isabel la Católica, caballero de la de Carlos III, Cruz del Mérito Naval, y adjudicatario de otros muchos nombramientos y honores relevantes, conquistó notoriedad ejerciendo el periodismo y especializándose en tres materias tan distintas como la música, la tauromaquia y la pelota-vasca. Escritor partidario de la precisión, puede decirse que don Antonio recogió en sus libros y artículos lo más sobresaliente del movimiento registrado a lo largo del siglo XIX, en los tres campos citados. Por ser ajenos al tema que nos ocupa, pasaremos por alto los de la música y la tauromaquia, en los que nuestro crítico alcanzó gran popularidad. Nos concentraremos en nuestro deporte de la pelota-vasca. 


  

Portada del libro, la Pelota y los Pelotaris, publicado el año 1892 de D. Antonio Peña y Goñi 


 Entre estos libros antiguos y agotados acerca del (Sport-Vasco) por antonomasia se encuentra La Pelota y los Pelotaris de D. Antonio Peña y Goñi. En éste libro que hay que consultar forzosamente todo aquel que se proponga efectuar un estudio sobre nuestro juego de la pelota. El libro fue publicado  el año 1892 en la imprenta de. D. José M. Ducazcal de Madrid. Y dos años más tarde se volvió a reeditar en San Sebastián. Pero yo creo que, aunque no sea más que entre los muchos pelotazales que hay actualmente en el país, otra reedición de la obra de D. Antonio Peña y Goñi tendría una espléndida acogida. A.  D. Antonio Peña y Goñi, la idea de que la pelota pudiera nacer en la Grecia pagana, posibilidad que admite, no parece inquietarle gran cosa. En realidad no le preocupa nada el origen del juego popularizado en el mundo por los vascos. Las disquisiciones históricas expresa en un tono un tanto irónico me llevarían probablemente a averiguar que los primeros jugadores de pelota fueron Adán y Eva, y la primera cancha abierta el Paraíso. Y continua agregando que desde Adán y Eva hasta Perkain, Azantza y el hijo de Simón de Arrayoz, hay una barbaridad de siglos, los mismo que voy a saltar, con permiso de los lectores, para fijarme en los comienzos del siglo XX, que señala la importancia del juego de la pelota en la Región Vasco-Navarra. Para cuantos sienten interés por la historia de la pelota vasca, es una suerte que  D. Antonio Peña y Goñi, se desentendiera de las múltiples versiones prehistóricas o, pseudo históricas que han circulado y siguen circulando en torno a la autoría del juego de la pelota. De haberse perdido en ese mundo farragoso de los esferisterios, el harpastum, el aporraxis o el urania, es probable que no hubiera podido centrarse en el estudio del pasado siglo XIX, como lo hizo para darnos una relación muy completa de  una etapa, de un periodo histórico de excepcional interés, ya que en su curso se produjeron las sucesivas evoluciones que llevarían al juego de la pelota a su fase actual. La página en la que Peña y Goñi se burla un poco del fervor historicista, se cierra con el siguiente párrafo, que transcribo para el lector y en el que se aprecia el entusiasmo que sentía el ilustre periodista donostiarra por su país: Raza admirable, hombre de fisonomía inteligente y fiera, de miembros vigorosos y musculatura de acero, dotados de una ligereza que ha dado margen al proverbio francés: (Il saut comme un basque) amantes de su país hasta el exceso, altivos e independientes, sobrios, honrados y trabajadores, los vascos se han distinguido siempre en el juego de la pelota y ha hecho de las varoniles luchas de  Los frontones y las plazas, un espectáculo que puede calificarse de indígena, y en el que nunca han conocido rival. La importancia de Peña y Goñi en la historiografía de la pelta-vasca especialmente en todo lo que se refiere al siglo XIX, es enorme. Sin temor a incurrir en exageración puede afirmarse que no es posible comprender, y mucho menos interpretar, los muchos acontecimientos y evoluciones técnicas que se produjeron en el curso del siglo XIX, que fueron trascendentales en el desarrollo de nuestro deporte y de sus diversas modalidades, tal como hoy son practicadas, sin pasar por Peña y Goñi. Es como una asignatura obligada para el investigador. Uno de los detalles pintorescos que él nos dio a conocer es que el nombre con el que hoy se conoce en todo el mundo el deporte vasco, (Jai-Alai), fue ideado por Serafin Baroja, padre del novelista autor del libro de la primera ópera vasca (Pudente), cuya música era del maestro J. A. Santesteban así como la letra de la marcha de San Sebastián, del maestro Raimundo Sarriegui. Fue asimismo fundador de uno de los primeros periódicos en lengua vasca, el titulado (Bai, jauna, bai) a finales del siglo XIX y que junto con el gran Bilintx, agruparía a hombres importantes en el campo de la literatura vasca, como Manterola, Soroa, López Alén, Arzac, los Artola y un largo etc. Pero, veamos como surgió  ese nombre de (Jai-Alai) con el que hoy se designa en los cinco continentes a nuestro deporte.   


Vista de la cancha del frontón de verano descubierto (Jai-Alai)  del barrio donostiarra de Ategorrieta se inauguró el año 1887, cerró sus puertas el año 1932  Corría el año 1887. Iba a inaugurarse un frontón que acababa de construirse en el paseo de Ategorrieta. 


Se trataba de una instalación preciosa, descubierta, con palcos elegantes y un aforo considerable para la época. Su empresario era D. Lucio González Iribarne. El nuevo juego de la pelota iba a necesitar un nombre. D. Lucio quería que ese nombre fuera un nombre vasco. Serafín Baroja estaba entonces en candelero; una letra suya acababa de quedar integrada a la marcha de San Sebastián, de Raimundo Sarriegui. El empresario se acerca un día al poeta y le pide un nombre vasco para el nuevo frontón de Ategorrieta. Y el poeta le da ese de Jai-Alai (Fiesta Alegre en castellano). En puridad, puede que la denominación no sea correctamente adecuada para designar el juego vasco, ya que la pelota tiene siempre un signo dicotómico y hasta diría que dramático por cuanto supone de enfrentamiento y de lucha, de vencedores y de vencidos. Por añadidura y como decía D. Miguel de Unamuno, (el dinero anda de por medio sazonando la pasión). Así pues, de un lado está, efectivamente. La alegría; pero del otro y como contrapunto inevitable, la tristeza. Y en el fondo late siempre el enardecimiento, la vehemencia…Mas en cualquier caso, adecuado o no, el hecho es que el tal nombre posee dos ingredientes muy importantes: uno visual, Jorge Oteiza concede siempre mucha importancia a este factor de la visualidad en la elaboración y en el aspecto de la palabra escrita. Y evidentemente, la expresión (Jai-Alai), resulta grata para el lector. El otro ingrediente es el de la eufonía y también resulta evidente que la palabra (Jai-Alai) al ser pronunciada de viva voz adquiere una especie de musicalidad rimada, ciertamente atrayente. Puede que aquí residiera el secreto de que la palabra ideada por Serafín Baroja hiciera fortuna. Porque el hecho es que al (Jai-Alai), donostiarra le fueron sucediendo muchos otros (Jai-Alais) el Madrileño, el de Zaragoza, el de la Haban-Cuba, el de México, el de Miami, el de Shangai-China, el de Manila- Filipinas y el de otras mil ciudades por el mundo entero. Como dato curioso señalaré que el nombre concebido por D. Serafín Baroja en el callejero de Caracas-Venezuela, donde es sabido, no hay nombres de calles sino de esquinas de cuadras o de manzanas. Pues bien, una de estas esquinas llevó el nombre de Jai-Alai, incluso muchos años después de desaparecido el frontón epónimo, construido medio siglo atrás al este de la ciudad. Y hubiera seguido llevándolo si no fuera porque el crecimiento arrollador de Caracas, con sus inevitables obras de vialidad autopistas, avenidas, tréboles, pasos elevados, subterráneos, etc, cambió por completo la fisonomía de la zona, desapareciendo las manzanas de casas  que allí existían. Y con ellas, las esquinas. Y con las esquinas sus nombres… 


EL JUEGO MODERNO POR  D. ANTONIO PEÑA Y GOÑI
Explica Antonio Peña y Goñi cómo al guante corto y largo, la pala y la mano limpia, que era como se jugaba a largo, a rebote, a trinkete y a blé, tanto en Guipúzcoa como en Bizkaia y Navarra, vino a sustituir la cesta, llamada también txistera, nacida allende, del Bidasoa e importada a Guipúzcoa hacia el año 1858 para la práctica del rebote, y que terminaría utilizándose en otras modalidades de la pelota. Señala el escritor donostiarra que aunque los pelotaris de su tiempo. Apreciaban mucho el piso de las canchas sudamericanas, el preferido para ellos, y de manera unánime, era el frontón Jai-Alai, de San Sebastián, hecho, según sus noticias con una piedra especial de sillería extraída de las canteras de Usúrbil-Guipúzcoa. Como hombre de letras partidario de las puntualizaciones, Peña y Goñi advierte que él escribe bolea y no volea, porque el Diccionario de la Real Academia de la lengua no contempla esta voz. Consigna, si, el verbo volear, pero asignándole una acepción que no termina de satisfacerle. Y curándose en salud también entonces debían de darse entre nosotros los enfrentamientos etimológicos pide perdón a los filólogos para afirmar que bolea procede del euskera (bolia). Y aunque, como diría un manito, parece cosa (averiguada) que los filólogos actuales no compartirán esta deducción etimológica, no vamos a detenernos aquí, dado que nuestro propósito tiene poco que ver con el predio lingüístico, al menos en un sentido riguroso. Conocida es la descripción que hace D. Antonio de las funciones del delantero y del zaguero dentro del juego de la pelota, según las cuales, el primero vendría a ser como el matador en una corrida de toros recordemos que Peña y Goñi no sólo fue un erudito en materia de pelota, sino también de teatro y de toros (de ahí su cotejo) y el zaguero sería el picador. Para éste se lee costillas rotas, los naranjazos y las
Imprecaciones del público.  Y más adelante agregará: Y todo ¿para qué? Para que el delantero se coma generalmente la breva y se lleve las ovaciones en el remate de los tantos‖. Uno acepta que esto pudiera suceder en tiempos de D. Antonio, pero quien ha visto jugar al Guillermo Amutxastegi, de los buenos tiempos, en la zaga; o a Amorebieta IV; o a Gallastegui o al propio Jesús Abrego, cuando actuaba de zaguero, no piensa ni por asomo en la metáfora del picador vapuleado. Estos y otros muchos pelotaris posteriores a Peña y Goñi, llegaron a convertir los cuadros graves en alegres, doblegando a sus adversarios y rematando con brillantez los tantos. Antonio Peña y Goñi, como vasco, manifiesta cierta inclinación hacía la polémica. Así arremete, cierto que con toda caballerosidad, con el fair play que se empleó siempre en el país hasta que las pasiones políticas incorporaran al género contencioso el uso de la injuria y de la falacia contra un médico defensor de las excelencias de los juegos antiguos, especialmente el de largo, por lo cual ponía en solfa al blé. Que es otra manera nuestra de plantear los cotejos ya Unamuno, dijo aquello de (poca grandeza de ánimo arguye negar a los demás para afirmarse a sí mismo), pero olvidando que él mismo practicaba a menudo aquello que imputaba a los demás. Y Peña y Goñi, que como acabamos de ver, ha establecido un parangón tauromáquico con la imagen del matador y la del picador, incide en la misma contradicción al satirizar el hecho de que el doctor en cuestión compare el blé con la zarzuela; el rebote y el trinkete con la opereta; y el largo con la gran ópera. Lo que sí admite el periodista donostiarra es que el juego antiguo, esto es, en el largo e incluso en el rebote, existía una mayor nobleza. Generalmente, estos juegos se practicaban por equipos comarcales o regionales, que defendían en la plaza el honor deportivo de sus zonas respectivas. Y había, por lo tanto, en el pelotarísmo antiguo señala D. Antonio, con un tanto de nostalgia la grandeza de la lucha que persigue un fin levantando, el amor propio erigido en principio fundamental, la lucha en casa, entre montes, en un circulo limitado, el brazo del jugador convertido en símbolo de la región o del pueblo, las regatas de Ondárroa contra. San Sebastián; un carácter, en suma, solemne, abrupto, primitivo)…Esta nobleza y esta presencia del señorío rural en los juegos largos que añora Peña y Goñi coincidirían en cierto modo, con las que Caro Baroja les asignaba cuando los definía como pugnas rurales. Nuestro historiador añadirá más adelante: Manuel Lecuona, (Urtxalle), ganado dos mil duros en Pamplona al pelotari navarro Ocón, en dos partidos de pelota verificados en días sucesivos, perdiendo esa cantidad al monte, en pocas horas, e improvisando con la guitarra ingeniosa versos en vascuence alusivos a aquella debácle, es el tipo alegre, desinteresado, desprendido, noble, franco y simpático, el tipo acabado del jugador de ayer. La prodigalidad en la asignación de adjetivos encomiásticos, revela el entusiasmo de D. Antonio por un tipo humano al que ve en trance de Desaparición. Una especie de bohemio, de arlote, que pasa por la vida sonriendo, cantando y dilapidando. Un Iparaguirre pelotari. Y ya se comprende que su entusiasmo es el entusiasmo del literato y no el del crítico, que ha de tener siempre presente en sus juicios eso que pudiéramos llamar la deontología del pelotari, tanto en la kantxa como en la calle. Pero, a pesar de esta exaltación nostálgica hacía los juegos en trance de desaparición, Peña y Goñi exculpa a los pelotaris que se han pasado al blé y abrazado el profesionalismo. ¿Es suya la culpa? Se pregunta, para auto responderse al punto. No.  El terrible problema de la lucha por la vida es lo que nos preocupa a todos. La solución de ese problema se presenta actualmente al pelotari en términos brillantes y fáciles; la aprovecha y hace muy bien, trance de mediocridad y de falta de brillantez; y que de la misma manera, el Txikito de Eibar, que apareció en las canchas en 1876, cuando el célebre Urtxalle, entraba en la triste rampa de la decadencia y en un momento en que el juego  a mano reinaba el famoso, Cuara-Laba, de Markina, sería quien diera nuevo esplendor al deporte de los vascos. Por entonces destacaban también Biximodu y el Txikito de Azpeitia, el primero en la especialidad de pala y el segundo en la de guante

domingo, 18 de agosto de 2019



Este Capítulo sobre la pelota-vasca, es una defensa de las tres especialidades de frontón-largo de herramienta,
Pala-Larga, Cesta-Punta y Remonte


Como comprobara el lector, desgraciadamente la desaparición de frontones en el siglo pasado ha sido enorme, lo que demuestra que por un lado la especulación del terreno y por otro la perdida de afición, la falta de apoyo  de los medios defendiendo la pelota en todas sus especialidades.

Vista panorámica de la cancha del frontón descubierto de verano el “Jai-Alai” del barrio donostiarra de Ategorrieta, que se inauguró el año 1887 y cerró sus puertas el año 1932, en este frontón escribió grandes páginas del remonte el fenómeno de Bera de Bidasoa, Joshé Irigoyen Igoa, en grandes enfrentamientos con los de su época y posteriormente con la aparición en el año 1924 de la maravilla del remonte. Jesús Abrego Narvarte, con el que mantuvo grandes enfrentamientos en las canchas durante una década


El desaparecido “Euskal-Jai” de pamplona, donde se practicó el remonte e inicialmente también la pala-larga

En primer lugar situaremos a la nave nodriza del remonte que fue el desaparecido frontón “Euskal-Jai” de pamplona que se inauguró el 24 de enero de 1909, cerró sus puertas el 14 de diciembre de 1977, ese mismo año en el mes de Junio cerró sus puertas el frontón “Juego-Nuevo” de pamplona y la plantilla paso a pertenecer al cuadro del nuevo frontón “Euskal-Jai”


El Palacio del remonte, se inauguró el 17 de diciembre de 19777, cerró sus puertas el año 2004, únicamente se celebran partidos de remonte en las fiestas de San Fermín

Los grandes frontones para la práctica de la cesta-punta, pala y remonte se encuentren algunos cerrados como el gran frontón Euskal-Jai-Berri de Huarte-Pamplona, otros con algunos festivales puntuales, entre los unos y los otros, han conseguido que la pelota-vasca, en las modalidades de herramienta se encuentre actualmente en decadencia, si nadie pone remedio la pala, lacesta-punta y el remonte es difícil que sobrevivan si no reciben apoyo mediático llámese televisión y prensa, sería muy triste para la pelota-vasca y para todos sus incondicionales, que la herramienta en sus distintas especialidades. cesta-punta, Pala y Remonte pudieran desaparecer creo sinceramente que es un lujo que la sociedad vasco-navarra no puede permitirse, primero por su arraigo, por su cultura y por su tradición en toda su geografía nacional

Cuadro dedicado al “Juego de  Pelota a pala” pintado por  D. Francisco de Goya y Lucientes, lo realizó entre Enero y Julio del año 1779

Fotografía de cinco históricos pelotaris del “Leño” a principios del siglo veinte en un partido de pareja contra trío en el frontón Euskal-Duna de Bilbao año 1909, son de izda a derecha: fila superior Txikito de Abando y Perea, sentados Irauregi y Begoñes I y sentado en el suelo Altube

 El origen y la aparación de la pala-larga “Leño” se desconoce, pero hay un tapiz de
 D. Francisco de Goya y Lucientes, del año 1779 en el cual aparecen dos palistas en un frontón jugando a pala. el “Leño” tienen cada día menos adeptos, con el cierre del frontón Deportivo de la Alameda de Recalde se ha perdido el hermoso frontón que tantos días de gloria dio a la pala.

La cancha del frontón  Club Deportivo Bilbaíno, en la Alameda de Rekalde, santo y seña de la Pala-Larga, desde el año 1960 hasta el año 2010

La aparición en el año 1857, en Saint Pée-sur Niville-Francia, de una nueva modalidad de pelota-vasca, llamada (yoko-garbi),
juego-limpio,


“Yoko-Garbi” Juego-Limpio

Comenzaba a mostrar su pujanza y que, si en un primer momento utilizó guante de cuero, prontamente comenzó a utilizar guante de fibra vegetal, llamado-txistera. Este nuevo juego que comenzaba a extenderse y que iba a dar los mejores pelotaris surgidos en el país-vasco no necesitaba las dimensiones de un frontón de largo y la nueva medida era apropiada para su desarrollo. Un guarda forestal de Saint Pée sur Nivelle, llamado Ganish Halsoueth, cuenta en una carta, que un joven llamado Jean Dithurbide, conocido por-Gaint- Txikil, nacido en 1844, tuvo la idea de fabricar un guante más liviano y manejable que los utilizados hasta entonces, dando lugar al nuevo juego de la txistera. Cuenta igualmente Ganish Halsouet que cuando-Gaint-Txiki, era niño, tenía la costumbre de ir a jugar a pelota a casa de su padre los días de mal tiempo. Esta casa tenía un pequeño departamento interior de reducidas dimensiones, 6,40 x 6,20, y allí fue inventada la txistera. La idea le fue sugerida por los cestos o canastillas que existían en dicha casa que eran empleados para recoger alubias, cerezas, manzanas y otros productos. Estas canastillas estaban recogidas por ambos extremos, adquiriendo una forma ovalada. Gaint-Txiki, pegó con la canastilla dos o tres veces a la pelota, dice la carta de Ganich Halsouet, e inmediatamente le vino a la mente la idea de que sería posible hacer con varitas de madera canastillas que tuvieran la misma forma de los guantes de cuero. Continúa la carta diciendo que así fue inventada la txistera en Saint Pée el año 1857.


El remonte nueva especialidad de la pelota-vasca, nació en pamplona en el frontón “El Juego-Nuevo” el verano del año 1904

Los dos remontistas más grandes de la especialidad del remonte en el siglo XX, Joshé Irigoyen Igoa (debutó en 1912 se retiro en 1942) y Jesús Abrego (El mago de Arroniz),
(debutó en 1924 se retiro en 1951)

Juan Moya Bernedo, inventor de la cesta de mimbre (El Remonte), en el año 1904 en Pamplona en el  frontón el “Juego-Nuevo” y que en su día revolucionó la pelota, a nivel nacional, desde estas páginas quiero reivindicar, un reconocimiento por parte de la
Administraciones, Pamplonesas, con la dedicación de una calle con su nombre


Melchor Guruceaga, el guipuzcoano de Renteria que revolucionó la Cesta-Punta el año 1887
La gran txistera (Melchor Guruzeaga año 1887)

El Renteriano, Melchor Guruceaga

Renteria-Guipúzcoa año 1865 
Pelotari. Nació en Errenteria, el 6 de enero de 1865, y se presentó a los diecinueve años en su misma población natal, jugando con Elícegui y Samperio contra los hermanos "Brau". Pasó luego por los frontones de Bilbao y Abando, e hizo tres viajes a América. Jugador vivísimo y elástico, flexible y centelleante como una chispa eléctrica, con gran habilidad si no sobrado de fuerza, fue uno de los pelotaris de más larga vida en los frontones, que comenzó en 1884 y terminó en 1911 para retirarse tras de veintisiete años de actuación. Ganó mucho dinero y fue fundador de una dinastía que prolongaron seis hijos suyos pelotaris. Habiéndose fracturado una muñeca en Buenos Aires y no pudiendo manejarla con soltura, se hizo una cesta más larga y recurvada que las que se utilizaban, y con ella empezó a prodigar el revés con tanto éxito que no tardó en ser adoptada por la generalidad de los jugadores.  Fue la llamada gran chistera o cesta máuser. Ref. Luis Bombín, 1946. La cesta-mauser, fue un invento del pelotari Renteriano, Melchor Guruceaga, que no se proponía, ni mucho menos inventar o patentar un nuevo juego, sino simplemente acomodar las viejas txisteras» a su muñeca fracturada. Jugando, Melchor Guruceaga en Buenos Aires el año 1887 se fracturó la muñeca y estuvo algún tiempo sin jugar.  Pero cuando se reincorporó a la actividad advirtió que su mano se resentía e ideó la construcción de una cesta que le permitiera jugar mejor de revés, que si era más arriesgado para la ejecución de la jugada, le exigía un menor esfuerzo físico.  Es el juego que se practica con el tipo de "txistera" denominada «mauser» y tiene dos versiones: la que se practica en plaza libre y recibe el nombre de “grand txistera” y aquella otra que tiene por marco las canchas de pared izquierda, muñeca y estuvo algún tiempo sin jugar. Pero cuando se reincorporó a la actividad advirtió que su mano se resentía e ideó la construcción de una cesta que le permitiera jugar mejor de revés, que si era más arriesgado para la ejecución de la jugada, le exigía un menor esfuerzo físico. Y así surgió la nueva txistera»—él decía siempre "txsistera" especial: algo más larga, más estrecha, más curvada en el fondo y más profunda, con una mejor recepción de la pelota. Su aparición en la cancha con este armatoste—que llamaba más la atención porque, Melchor Guruceaga, era de baja estatura—causó no poca hilaridad entre los espectadores, que cesó en cuanto el renteriano comenzó a repartir cestazos: la pelota, retenida en el fondo de la cesta con mayor facilidad, salía acto seguido como una bala»—de ahí el nombre de «mauser" que recibió la nueva cesta—, que además Melchor Guruceaga ponía donde ponía el ojo): Para entonces, algunos pelotaris, como el Txiquito de Abando, que practicaban el “joko-garbi”, habían hecho uso y abuso del revés, practicándolo con tal habilidad que los jueces no se atrevían a penalizarlos por «atxiki» (retención de la pelota o "mordisco" literalmente. Así las cosas, la nueva cesta de Guruceaga sería rápidamente adoptada por otros pelotaris que, como Samperio, Madurga, Recondo, Pasieguito o Larralde, tenían que estar de baja semanas enteras reponiéndose de lesiones y torceduras, lo que facilitaba, también, el juego de revés. No todos tenían la habilidad del renteriano inventor de la nueva cesta y de esta manera, entre la manga ancha de los jueces y la aceptación que tenía entre el público boanerense la nueva herramiento, fue concibiéndose un juego nuevo, que no sería conocido por el público vasco hasta 1894 en que se presentaron en San Sebastián los primeros «mauseristas», con amplio rechazo del público entendido. Sin embargo, extendida su práctica entre la juventud «pelotazale» vasca, muchos de cuyos practicantes tenían su vista puesta en los frontones americanos como meta deportiva, la cesta punta se fue perfilando como un juego de características peculiares que terminaría siendo plenamente aceptado. Quizá el momento culminante de la transición del«joko-garbi» a la cesta punta habría que buscarlo en el partido-desafío que jugaron mano a mano en Durango el jokogarbista Juan José Irún, terrible sacador y poderoso voleista y el puntista vizcaíno Miguel Zabarte, una de las figuras del «mauser». Los terribles saques  de Irún, que normalmente eran poco menos que irrestables, eran devueltos por Zabarte con absoluta naturalidad, ganando éste en el peloteo con toda facilidad la posición dominante que aquél trataba, sin éxito, de neutralizar de bolea. Lleno de amargura,


Juan José Gorostegi (Irún)


Juan José Irún (Gorostegi), comprendió que no tenía nada que hacer y se retiró sin esperar a que el partido acabara con un tanteo humillante. Muchos aficionados que asistieron al partido, algunos de ellos fanáticos del “joko garbi”, salieron convencidos de que se había abierto una nueva era para el juego de la txistera. Y que encontró en Bizkaia, con una menor tradición en el uso de este tipo de herramienta, una afición virgen y bien dispuesta a entregar sus preferencias a este juego, convirtiéndose en el vivero, que nunca ha dejado de ser a partir de entonces, de los mejores puntistas que han ocupado las cabeceras de cartel en frontones del mundo entero. Denominado juego de cesta-punta por antonomasia, aunque más conocida internacionalmente como -Jai-Alai‖ (fiesta alegre). La cesta “máuser” fue un invento del pelotari renteriano Melchor Guruceaga, que no se proponía, ni mucho menos inventar o patentar un nuevo juego, sino simplemente acomodar las viejas txisteras» a su muñeca fracturada. (Jugando Melchor Guruceaga en Buenos Aires el año 1887 se fracturó la

La Cesta-Punta, sobrevive gracias a los frontones Americanos que dan cabida a los grandes ases, de la especialidad

Fotografía histórica del año 1912. Cinco pelotaris de cesta-punta, son de izda a decha: Josep Apesteguy  (Txikito de Cambó), Eloy Gaztelumendi, Heguy,
Luisito Ugarte, Pepe Velasco (Mozo de la Aduana) y Urrutia

Es una pena que una modalidad tan espectacular y que dio a conocer la pelota en el mundo entero como Jai-Alai, pueda desaparecer. Y para terminar el remonte que se mantiene gracias a los esfuerzos de la nueva Empresa “Oriamendi-2010” que rige los destinos, de un cuadro compuesto por 26 remontistas y que programa dos festivales semanales los jueves y los sábados durante el año y en el mes de agosto con  la celebración del “Torneo-Individual de remonte-Kutxa 2012 se programan tres festivales semanales martes, jueves y sábados  en el Palacio del remonte frontón Galarreta-Jai-Alai en Hernani-Guipuzcoa.

martes, 13 de agosto de 2019


Xabier Aseguinolaza I y Gerardo Urteaga nuevos Campeones 
Nacionales de remonte al vencer a  Ibero - Oraá 40-38 en el frontón Galarreta-Jai-Alai

Los Flamantes Campeones de remonte por parejas Xabier Aseginolaza I  y Gerardo Urteaga con las txapelas y los trofeos 

15 de diciembre de 1981 frontón ―Galarreta-Jai-Alai 


Las miradas de todo el público que llenaba el frontón estaban pendientes del partido estelar que venía a continuación, era la final del Campeonato Nacional de Remonte, interviniendo Ibero 41, Oraá 33 años, contra Aseginolaza I, 22 años y Gerardo Urteaga. 35 años. A los primeros les colocan la faja roja. El color azul para Aseginolaza I y Urteaga por quienes salió el dinero de las apuestas (1.000 azul a la par) en el momento que Oraá ejecutó su primer saque. El partido se inició y así habría de transcurrir, con dominio de los colorados hasta la igualada a 34 tantos. Ibero y Oraá sumaban mucho más juego que el que ponían en la cancha los azules, donde Urteaga se defendía muy bien, atacaba cuando le dejaban pero distaba mucho el juego de su compañero. Xabier Aseginolaza I, agarrotado por  los nervios. Las dos parejas que jugaron la final del Campeonato de remonte por parejas,  son de izda a derecha: Gerardo Urteaga, Xabier Aseginolaza I, Jesús Tina (Ibero)  y Juan Oraá, los colorados se despegan a 25-13 y 26-14; la cotización ya está con estos doce tantos de ventaja, a favor de Ibero  Oraá con unos momios considerables (300 a 200). Empieza a coger forma: y cuando está casi todo perdido, Aseginolaza I empieza a andar mejor. Por su parte desde la zaga, Urteaga sigue manteniendo su línea. Quitar pelotas de los dominios de

Los campeones y subcampeones, antes de comenzar el partido, que terminó con la victoria de Xabier Aseginolaza I-Gerardo Urteaga

Ibero, y cargar el juego sobre Oraá y de una primera tanda los rezagados suben a 27-20, éste en un bello tanto con ovación por Aseginolaza I .Y sigue subiendo 28-23, 29-24, unas dos paredes de Aseginolaza I se le van fuera. 31-26, 31-30- la igualada no cae todavía. 32-31, 33-31, 33-32, éste tanto por falta de saque de Oraá. El 34 prodigioso tanto conseguido por Ibero, quien luego tira un dos paredes a botar a la madera de la contracancha por muy poco. Tremendo es el tanto de la igualada a 34. La primera de la tarde. La pierde Oraá. La verdad es que Aseginolaza I que fue el primero en cambiar el remonte; luego Oraá que lo hizo en dos ocasiones. Los más viejos, Ibero y Urteaga, fueron quienes mejor tomaron las cosas al final. Y los rezagados se escapan: Conseguido lo más difícil, Aseginolaza I, a quien ahora sí le responde el brazo en sus intervenciones y Urteaga no se detienen. Siguen sumando tantos a su favor: 35-36, 37 y 38. El 37 precioso de dos paredes por parte de Aseginolaza I. El dinero 1000 a 160 pero ahora por el color azul, el partido está en su máximo grado de expectación. La cátedra ha girado 120 grados. Y aquello, señores, no está terminado porque Ibero se lanza a un despiadado ataque y logra establecer un nuevo empate, esta vez a 38 iguales, al final (40- 38) Xabier (Aseginolaza I), nació el 12 de febrero de 1959 en Idiazabal-Guipúzcoa, debutó el 2 de agosto de 1978, con su hermano Aseguinolaza II se enfrentaron a Urkia- Aizpuru venciendo el partido (35-28) Títulos: Aficionados – 1977 -  GRAVN  - Campeonato de España de Juveniles   1978 - Campeonato de España de Aficionados Palmarés en Profesionales –  1981 - Campeonato de 1ª  Aseginolaza I - Urteaga  40;   Ibero - Oraá   38  1992- Campeonato individual Torneo San Fermín   Aseginolaza I, 35  A. Lekumberri  18. 1993   Campeonato individual Torneo SanFermín  Aseginolaza  35   Eizagirre   28:   "Tengo bonitos recuerdos de los enfrentamientos con mis ídolos Pablo Lekumberri, Raúl , Aierbe , Erro , Elgorriaga, Olaberri, Iriarte I en mis comienzos en los estelares. Más tarde alterné con Mugica I, Agerre, Oraá, Intxauspe, Elizalde II , Matxin II, Gorriz, etc. etc." Recuerdo varios partidos ganados a Pablo Lekumberri -  Iturralde con Urteaga y Erro de pareja. También un individual a dos partidos contra Raúl en el que salí vencedor de la eliminatoria. Un individual contra Eizagirre en la Final del Torneo San Fermín que le metí dos dejadas desde el cuadro 12. En otra Final del Torneo San Fermín Individual contra Angel Lekumberri que no me sobrepaso ningún saque poniéndome a restar en los cuadros delanteros. También le metí una dejada desde el cuadro 10. ―También recuerdo muchos partidos contra Intxauspe,  Mugika I, etc. En un partido celebrado en el Carmelo Balda contra Matxin II por parejas le gané 35-12 y José Mª Salsamendi III (Intendente) me comentó que estuve   Extraordinario,  le has sacado a pelotazos a Matxin II!!! ) Otro partido en Azpeitia, Aseginolaza I-Ayerbe 40- Matxin II- Mugika I 19; En mis dos  ultimos años coincidí con la gran figura del remonte Koteto Ezkurra. Racha victoriosa en el año 1991 (32 años): De 60 partidos aprox. gané 54 con 3 tacadas de 13 partidos consecutivos ganados. El 4 de septiembre en el Diario Vasco con foto incluido con encabezamiento Xabier Aseginolaza I: Un cheque al portador con; comentarios sobre su racha y gran juego.  Salsamendi comento " está en un momento increíble, yo creo que similar al de antes cuando a Intxauspe le traía por la calle de la amargura. Es muy pelotari‖. Jesús Abrego comentó: " Creo que juega incluso más que antes, mejor que cuando era figura, ha cogido confianza y está haciendo cosas preciosas. Ha sido el pelotari más destacado del mes. Imanol Mugika I " ahora que le respetan las lesiones y pese a sus 32 años le ha dado la vuelta al tema.  Ha tenido un juego impresionante.

sábado, 10 de agosto de 2019



“LOS FRONTONES INDUSTRIALES EN MADRID EN EL SIGLO
XIX, EL 29 DE MAYO DE 1894
SE  INAUGURÓ EL FRONTÓN
“BETI-JAI”MADRILEÑO 


Vista panorámica del gran frontón para la práctica de la pelota-vasca en Madrid el “Beti-Jai” con 10.000 metros cuadrados y con capacidad para 4.000 espectadores


MADRID 8 DE OCTUBRE DE 1893
Hace cuatro años sí sería viable el frontón Jai-Alai de Madrid, mandado construir por los Sres. Lara y Chacon en la calle Alfonso XII.
La pelota, fruta indígena de las Provincias vascongadas y Navarra, daba ese primer paso de descentralización á impulsos del entusiasmo que despertara en San Sebastián en la numerosísima colonia veraniega.
Construyose el frontón, y fue un río de oro para sus felices propietarios, hasta tal punto que, estimulada la ambición de otros industriales, al ver las ganancias que proporcionaba el juego novísimo, surgió en muy poco tiempo el frontón “Fiesta-Alegre”, inmensa kantxa construida en el barrio de Argüelles, para mayor gloría y honor del deporte vasco.
Las dos empresas rivales comenzaron por hacerse despiadada guerra; pero muy pronto cedieron ambas, ante las innegables ventajas que proporcionaban una fusión, y uniéronse, en efecto, para explotar el negocio en amorosa paz y compaña.
Entretanto, nació otro frontón llamado San Francisco el Grande, en la calle de Jerte, escuela de aprendices, donde no faltó público que asistiera á los partidos, y ofreció luego la novedad de las luchas nocturnas con luz eléctrica, que todavía siguen verificándose, y proporcionan pingües beneficios á la empresa.
Y últimamente se ha dado cima á la creación de un flamante edificio dedicado á la diosa pelota, cuarto frontón, edificado este a espaldas del teatro del Príncipe Alfonso, cercano al paseo de Recoletos, que se inaugurará en breve, y para el cual han sido contratados afamados pelotaris.
En cuatro años cuatro frontones, sin contar con las kantxas interlopes que actúan silenciosamente en diferentes partes de la Villa y Corte
Faltaba el rabo por desollar, y el Sr. D. José Arana ha tenido á bien encargarse de esta dulce tarea, con la equidad, el aseo, el tacto y las especialisimas circunstancias que acompañan al hombre de los adjetivos, al más monstruo de los empresarios habidos y por haber, al Barnum inmortal de Escoriaza.
Construido el Beti-Jai de San Sebastián á expensas de cuatro personas, á cuyo frente figura D. José Arana, la explotación del frontón susodicho resultaba un negocio manco á todas luces, ó á todos brazos sí se tiene en cuenta que las empresas de Jai-Alai de Madrid y del Fiesta-Alegre unidas, habían tomado en arriendo el Jai-Alai de San Sebastián, y echado por lo tanto un copo á la banca pelotistica.
Actuando el  Beti-Jai, durante la temporada de verano, es decir, dos  meses á lo más, claro es que los pelotaris tenían que rendirse á discreción á la empresa madrileña, que les ofrecía una temporada de seis u ocho meses en óptimas condiciones.
Y sí se tiene en cuenta que posesionados del Jai-Alai de San Sebastián los Sres. Lara y Rodríguez, quedaba el Beti-Jai, compuesto y sin novia, se comprenderá la apuradísima situación en que se encontraba D. José Arana poco tiempo antes de terminarse la construcción de la nueva kantxa, inaugurada este verano con tanta brillantez en la capital Guipuzcoana.
Era necesario dar un golpe de genio, un golpe decisivo que echara por tierra las ínfulas monopolizadoras de la Empresa de Madrid, y asegurase á  José Arana el porvenir del Beti-Jai.
El hombre se recogió un rato, pensó, meditó, trazó líneas, barajó combinaciones, conferenció con éste, con el otro y el de más allá, y lanzó finalmente el triunfal ¡Eureka¡ de Arquímedes. Véase la clase.

Cuadro de algunos de los perlotaris que debutaron en la inauguración del frontón "Beti-Jai" Madrileño en el mes de Abril de 1894

Para contrarrestar la influencia que ejercían sobre los pelotaris los frontones Jai-Alai y Fiesta-Alegre de las Empresas Unidas de Madrid, era preciso construir un “Beti-Jai” en la Villa y Corte, punto indispensable para poder luchar con iguales armas con los Sres. Lara y Rodríguez. Pero José Arana es un hombre que abona mucho y le gusta ser siempre excesivamente previsor. El futuro frontón, representaba el estuche, hacía falta asegurarse previamente la joya, de tal suerte que al ocupar el estuche quedarán vacíos los demás. Ojo por ojo y diente por diente. Una Empresa forastera había pretendido aniquilar á la indígena del frontón “Beti-Jai”.
Era, pues, preciso que la sociedad de Beti-Jai aniquilara á la Empresa madrileña en su propio campo de operaciones. Dicho y hecho, José Arana trató con todos los pelotaris nacidos, puede decirse, y les propuso, en condiciones ventajosas una contrata de cuatro años, á partir del día 1 de marzo de 1894.
La escritura ante Notario público, firmada en agosto último en San Sebastián por los pelotaris, fue una verdadera odisea  que estuvo á punto de volver loco al Sr. José Arana ó de eliminarle del mundo en alas de un ataque cerebral. Resistió, sin embargo, el hombre, y la escritura se firmó por todos los comprometidos exceptuando á Juan José Gorostegi “Irún”.
Conocemos la historia al dedillo y sería muy larga de relatar; pero como esperamos que al fin se arreglen las diferencias y se suavicen las asperezas por parte de todos, confiamos en que el gran pelotari que es Irún volverá al redil, y no quedará condenado á actuar como fuerza aislada, para convertirse en fuerza negativa
Los jugadores de 1ª y 2ª con su numerosa secuela de aspirantes de todo género que se ejercitan y adiestran en las kantxas pertenecerán á la empresa Arana desde el próximo mes de marzo hasta el mismo día de 1898, y que la redada pelotistica dejará exhaustos, ó poco menos, á los frontones enemigos.
Esta es la situación exacta y bajo tan halagüeños auspicios se abrirán al público en la primavera próxima el nuevo frontón Beti-Jai de Madrid.
El nuevo frontón se halla situado en las inmediaciones de la Castellana, en la manzana comprendida entre las calles del Marqués de Riscal, Fortuny, Jenner y Monte Esquinza, dando la fachada principal á  Marqués de Riscal. Un amplio vestíbulo, con acceso directo desde dicha calle, dará paso á todas las localidades del frontón.
La disposición que se ha adoptado para ellas es la misma que en el Beti-Jai de San Sebastián.
Desde la pared del frontis hasta la del rebote irá formando toda la plaza una elegante curva sin elementos rectos de ninguna especie, cuyos resultados y efectos han podido juzgarse en la capital de Guipúzcoa y merecieron unánime aprobación. Dos filas de sillas de plaza, tres filas de sillas, otras tres de tendido con su tabloncillo correspondiente, constituirán la localidad que quedará al descubierto. La platea se compondrá de delantera y tres filas más, con un paseo general para su servicio. Los palcos tendrán un pasillo especial, que los separará completamente del paseo. Por la disposición adoptada para los hierros que formarán el paseo de aquél, quedará el paseo mucho más elevado que el piso de los palcos, por lo cual podrán los espectadores distinguir sin esfuerzo alguno todos los incidentes del partido. Sobre los palcos habrá una gradería general, y sobre ésta otra pequeña de tres filas, cerrando el conjunto como artístico remate, una elegante marquesina de cerca de tres metros, en forma de toldo. La disposición de las gradas será tal, que permita al público ver perfectamente toda la kantxa.
La longitud de esta será de diez y siete cuadros. Tanto la pared del frontis como la de la izquierda y la del rebote, serán de piedra de sillería, y sobre la línea de la falta habrá un elegante ático en sustitución de la red de alambre.


Juan José Gorostegui (Irun), uno de los primeros delanteros del cuadro de pelotaris del
"Beti-Jai"

Las dependencias serán las correspondientes á esta clase de edificios; vestuarios de los pelotaris, enfermería, conserje y café en la parte Norte, ó sea detrás de la pared de rebote, con un jardín al que se establecerá paso directo desde la fachada principal. La nota dominante del Beti-Jai de Madrid será la bien entendida distribución de las localidades, la comodidad en la entrada y salida del público, la amplitud en los asientos y paseos, y el buen gusto y la armonía entre las partes y el conjunto del frontón. Su situación es excelente, á dos pasos de la Castellana, que es el paseo predilecto de la buena sociedad madrileña; los medios de comunicación fáciles; todo concurre á favorecer el nuevo templo erigido á la pelota moderna por el genio emprendedor de Arana, el gran paladín de la pelota actual, que posee el arte de dominar al público, porque pone todo su empeño en complacerlo, sin rehuir ni sacrificios ni responsabilidades. Las obras del nuevo frontón darán inmediatamente comienzo, y tendrán que llevarse á cabo con vertiginosa rapidez, para que la inauguración del Beti-Jai se verifique en la primavera próxima. Encomendada la dirección á D. José Goicoa, el arquitecto tan modesto como eminente que ha sido siempre el  “tu autem” de Arana, no cabe dudar acerca del éxito que coronará los esfuerzos de ambos, puesto que están acostumbrados á vencer todo linaje de dificultades con brillantez extraordinaria y aplauso general. Tales son la historia del Beti-Jai y el frontón que poseerá en breve la capital de España, para regocijo de madrileños, bolsa de catedráticos y mina de oro de pelotaris.
La fantasía adjetivando de José Arana tendrá ancho campo para lucir sus insaciables instintos.
Habrá partidos monstruos, emocionantes, delirantes, dislocantes, imponentes, etc. etc.: que no hay manera de luchar en el terreno de los epítetos con el empresario que anunció una compañía de beni-zoug-zougs, como
”los hombre más negros del mundo”.
Que no se vea él más negro para luchar con los pelotaris, es lo que le deseamos de todo corazón.