domingo, 29 de noviembre de 2020


Historia de los frontones comerciales, cerrados en los siglos XIX y XX y de los pelotaris de aquel tiempo
 


Fachada del frontón Barcelona, de la Capital-Condal

 

Barcelona 10 de septiembre de 1893,

Se inauguró en Barcelona el primer frontón descubierto de verano para la práctica del “Jai-Alai” (fiesta –alegre), el deporte vasco llegaba a la capital Catalana, envuelto en una aureola de fiesta y diversión. La importancia de la próxima inauguración del primer frontón en Barcelona, el artículo. Llamaba ciertamente la atención que despertada la afición al deporte-vasco, con entusiasmo sin igual en Madrid, Valencia , San Sebastián y Valladolid, Barcelona no contara con un frontón para la práctica del la pelota-vasca, donde los pelotari más famosos, que en América como en España, tantos aplausos cosechaban al público que acude en masa a presenciar las luchas titánicas en las kantxasEl frontón como todos los de su clase se forma por dos paredes el frontis, de más de doce metros de altura, de magnifica piedra mármol, igual al de los zócalos de la rotonda y de la pared izquierda, de piedra muy escogida, ambas tienen un grueso muy extraordinario y están perfectamente construidas.La kantxa  mide (68 metros) de larga, dividida en 17 cuadros de cuatro metros cada uno. El pavimento de la kantxa, de una anchura de 11 metros, es de una piedra artificial, dura y consistente, fabricada expresamente por la casa M. Butsems y Pradera enlosada con el cemento “Amable-Guisard” dará un gran resultado por sus condiciones y perfecta regularidad. El espacio entre la kantxa y las gradas de los espectadores, mide seis metros y medio en los primeros cuadros y se ensancha hasta once metros en los últimos cuadros de la kantxa. Compones seis filas de sillas en la kantxa separadas por unas elegantes barandillas de hierro, los tendidos se dividen en tres secciones con asientos de mármol comprimido. Obra del prestigioso arquitecto Enric Sagnier y Villavechia (1858-1931), esta instalación deportiva fue el primer frontón construido en Barcelona y uno de los más lujosos de España. Aunque las obras no estaban todavía totalmente terminadas, el frontón fue inaugurado el jueves 19 de octubre de 1893 ante 5.000 espectadores. Ocupaba un área de más de 4.000 metros cuadrados rodeada por una reja de hierro. La entrada principal, en la esquina Sicilia / Diputación, era flanqueada por dos torreones-quiosco a pie de calle que hacían la función de taquillas de venta de localidades. A continuación, se accedía a una monumental rotonda de 16 metros de diámetro con siete puertas de acceso que en realidad era como un vestíbulo del frontón. Esta rotonda se estructuraba en planta y un nivel superior e iba rematada por una cúpula con una corona de piedra. Interiormente comunicaba tanto con el salón restaurante como con el terreno de juego. El salón restaurante ocupaba un área de 20 por 12 metros, disponía también de entrada por la calle Sicilia y tenía una gran terraza en la parte superior. El terreno de juego era de unas dimensiones de 68 metros de largo (con 17 cuadros de 4 metros cada uno) y 11 de ancho, mientras que la pared frontal hacía 12 metros de altura. La distancia entre la pista de juego y las primeras filas de espectadores era de 6,5 metros en los dos primeros cuadros y se iba ensanchando hasta alcanzar 11 en los últimos. Las gradas eran formadas por cinco hileras delanteras de sillas de pista protegidas por barandillas metálicas y para las lonjas que formaban tres secciones con asientos de diferente color, rojo, blanco y gris. Como servicios auxiliares del edificio disponía también de vestuarios para los jugadores, baños con inodoros, enfermería, oficinas y salas de descanso. Todo el entorno del frontón estaba rodeado de jardines. Desgraciadamente el Frontón Barcelonés no tuvo una existencia muy larga. El deporte del balón se concentró en otras pistas de juego más céntricas de la ciudad., La sociedad anónima que lo gestionaba se disolvió y el frontón dejó de funcionar. El frontón Barcelonés cerró sus puertas el 18 de Octubre de de 1896. Ese día se jugaron, a las tres de la tarde, dos partidos a txistera: el 1º los disputaron a 25 tantos cuatro jóvenes pelotari del cuadro; y el 2º, a 40 tantos, Takolo y Billabona (azules) contra Muchacho y Egibar (de blanco) ganaron el partido (40-37

Pamplona 28 de Noviembre de 2020

Como comprobara el lector, desgraciadamente la desaparición de frontones en los siglos XIX y XX, pasados ha sido enorme, lo que demuestra que por un lado la especulación del terreno y por otro la perdida de afición, la falta de apoyo  de los medios defendiendo la pelota en todas sus especialidades. Los grandes frontones para la practica de la txistera, pala y remonte se encuentren algunos cerrados como el gran frontón Euskal-Jai-Berri de Huarte-Pamplona, otros con algunos festivales puntuales, entre los unos y los otros, han conseguido que la pelota-vasca, en las modalidades de herramienta se encuentre actualmente en decadencia, si nadie pone remedio la pala, la txistera y el remonte es difícil que sobrevivan si no reciben apoyo mediático llámese televisión y prensa, sería muy triste para la pelota-vasca y para todos sus incondicionales, que la herramienta en sus distintas especialidades. txistera, pala o remonte desaparecieran creo sinceramente que es un lujo que la sociedad vasco-navarra no puede permitirse, primero por su arraigo, por su cultura y por su tradición en toda su geografía. Espero y deseo como aficionado y escritor de pelota-vasca, que esta situación se solucione, y que los aficionados a las distintas especialidades de herramienta, puedan seguir disfrutando de las distintas especialidades de la pelota-vasca. Este año 2020, será difícil de olvidar, ha sido un mal año para todo el deporte en general y para la pelota en particular

  


En el interior de este edificio de la Santa casa de Misericordia en el Paseo de Pablo Sarasate de Pamplona, se encontraba en su interior el frontón descubierto el “Juego-Nuevo”, donde en el año 1904, el Pamplonés Juan Moya Bernedo, inventó la cesta de mimbre el remonte. La entrada al frontón se encontraba en la C/ Fernández Arenas nº 2, el Juego-Nuevo con 18 cuadros y con pared izquierda con suelo de tierra, disponía de un graderío de seis o siete filas corridas de gruesos tablones ennegrecidos por el húmedo clima de Pamplona. El frontón Juego-Nuevo, abrió sus puertas en el año 1840 y las cerró en el mes de junio del año 1909, la plantilla de pelotari, pasó a pertenecer al nuevo frontón Pamplonés el Euskal-Jai.

Hacía el año 1840 se construyó en Pamplona el frontón Juego-Nuevo, en el interior del gran Caserón de la Casa de Misericordia, y aprovechando un gran patio, el Excmo. Ayuntamiento de Pamplona lo habilitó para levantar el nuevo frontón. El frontón se componía de (18 cuadros) un fuerte muro del frontis de piedra casi azulada de las canteras de la ribera de Navarra, la kantxa enlosada y áspera y alta pared izquierda, con algunas ventanas protegidas que correspondían a la casa de Misericordia.Su contra-kantxa era pequeña de tierra, y tenía un graderío de unas seis o siete filas corridas de gruesos tablones, ennegrecidos por el húmedo clima de Pamplona. Como ha cambiado el clima¡ En este frontón se jugaba a (Guante), y en el año 1870 se acometió una reforma para adaptarlo a (Guante-Corto). Al correr de los años concretamente el  año 1904, el Excmo. Ayuntamiento de Pamplona sacó a subasta el arrendamiento de dicho frontón, siendo adjudicado a un grupo de pelotari formados por José Murillo, Juan Moya, Vicente Ezeiza y algunos más.

 

Un guante-corto y dos remontes, el 1ª con el que se jugó en el frontón “Juego-Nuevo” de Pamplona en el siglo XIX  y XX, y el remonte inventado en el añ1904, por el Pamplonés Juan Moya Bernedo.

En los San Fermínes de 1904, se jugó un gran partido en el Juego-Nuevo a Guante-Corto, entre Martín Etxegaray (Matxin), acompañado de Florentino Murillo, contra Juan Moya y Saturnino Aramendia, sacando Murillo desde el cuadro 5 y Aramendia desde el cuadro 3. Con un lote de pelotas de (150 gramos), ganaron el partido Moya-Aramendia. Ese mismo año en el verano de 1904, Juan Moya Bernedo, inventa la nueva forma de jugar a la pelota-vasca, la cesta de mimbre el (remonte).El pelotari profesional toma carta de naturaleza, con la construcción e inauguración el 24 de enero de 1909, del nuevo frontón Euskal-Jai, en la castiza calle de San Agustín. El que pudiéramos llamar el primer cuadro de pelotari que componían el cuadro inicial de remontistas del frontón Euskal-Jai. Pepe Murillo, Saturnino Aramendia, Martín Etxegaray (Matxin), Eugenio Eraso, Vicente Ezeiza, Juan Illarraz, Ignacio Astiz, Patxi Ormaetxea, (Antxart) y Florentino Murillo.

 

Programa del frontón (Juego-Nuevo) de Pamplona, anunciando Partidos matinales de mano y de guante por la tarde

 

A`parece una nueva especialidad de pelota-vasca, el (Yoko-Garbi) Juego Limpio


La cesta de mimbre del (Y(oko-Garbi) Juego-Limpio y loa cesta-punta


que comenzaba a mostrar su pujanza y que, si en un primer momento utilizó guante de cuero, prontamente comenzó a utilizar guante de fibra vegetal, llamado-txistera. Este nuevo juego que comenzaba a extenderse y que iba a dar los mejores pelotaris surgidos en el país-vasco no necesitaba las dimensiones de un frontón de largo y la nueva medida era apropiada para su desarrollo. Un guarda forestal de Saint Pée sur Nivelle, llamado Ganish Halsoueth, cuenta en una carta, que un joven llamado Jean Dithurbide, conocido por-Gaint- Txikil, nacido en 1844, tuvo la idea de fabricar un guante más liviano y manejable que los utilizados hasta entonces, dando lugar al nuevo juego de la txistera. Cuenta igualmente Ganish Halsouet que cuando-Gaint-Txiki, era niño, tenía la costumbre de ir a jugar a pelota a casa de su padre los días de mal tiempo. Esta casa tenía un pequeño departamento interior de reducidas dimensiones, 6,40 x 6,20, y allí fue inventada la txistera. La idea le fue sugerida por los cestos o canastillas que existían en dicha casa que eran empleados para recoger alubias, cerezas, manzanas y otros productos. Estas canastillas estaban recogidas por ambos extremos, adquiriendo una forma ovalada. Gaint-Txiki, pegó con la canastilla dos o tres veces a la pelota, dice la carta de Ganich Halsouet, e inmediatamente le vino a la mente la idea de que sería posible hacer con varitas de madera canastillas que tuvieran la misma forma de los guantes de cuero. Continúa la carta diciendo que así fue inventada la txistera en Saint Pée el año 1857. El origen la la pala-larga “Leño” se desconoce, pero hay un tapiz de D. Francisco de Goya y Lucientes, del año 1750 en el cual aparecen dos palistas en un frontón jugando a pala.el leño tienen cada día menos adeptos, con el cierre del frontón Deportivo de la Alameda de Recalde se ha perdido el hermoso frontón que tantos días de gloria dio a la pala.

Cuadro pintado por el artistaartista Gustave Colin en el año 1863, del Museo-Vasco, las murallas de Hondarribia, siglo XIX, 1863Observando el cuadro pintado por Gustave Colin en 1863 del Museo Vasco y la historia de Bayona, bajo la muralla de Hondarribia, donde se observa el juego a pelota, modalidad juego directo, practicado a guante. El que conocemos actualmente como guante-laxoa, jugaban cuatro jugadores contra cuatro., principalmente al aire. Le seguiría el juego a rebote, con cesta de mimbre. Todos ellos, evolución del juego originalmente conocido por bote luzea o el “jeu de paume” (juego a palma). La muralla de Hondarribia, ya aparece como espacio para el juego de la pel. El juego en “decadencia” era el juego directo, mientras que el juego novedoso, que causaba furor y estaba de “moda” era el juego a blé, contra la pared.Durante el siglo XIX, se construyeron la mayoría de los frontones que hoy consideramos históricos, y son parte de nuestro patrimonio cultural, artístico y arquitectónico. Frontones que hicieron casi desaparecer, a los espacios de juego de la modalidad de la cual nació, el juego directo.

La evolución

Antes de la construcción de los frontones de pared izquierda, a pelota se jugaba en los prados, las calles y las plazas, adecuando el juego a la arquitectura que le rodeaba. Con el frontón de pared izquierda, vino una revolución arquitectónica del espacio del juego, siendo necesaria la construcción de dos paredes ex proceso. Algunos pueblos, los construyen respetando el espacio del juego original. La gran mayoría construyó un espacio nuevo, con mayor o menor acierto arquitectónico y urbanístico en su ubicación. Luego siguieron los edificios que encerrarían los frontones, y poco a poco, la pelota desapareció de la mayoría de las plazas de nuestros pueblos.

Una época

El siglo XIX, fue una época de desarrollo económico, cultural y científico, donde la sociedad, ansiosa de expansión, al parecer, no tuvo inconveniente en deshacerse de las herencias de sus antepasados. Se derribaron las murallas de las ciudades, para construir los ensanches, y de paso se perdieron los espacios que originalmente pertenecían al desarrollo del juego de la pelota antigua. Sin embrago, se mantienen, los espacios de las poblaciones que han respetado y mantenido la arquitectura y el urbanismo previo al siglo XVIII y XIX. Entre estos espacios, podemos encontrar, las murallas de Hondarribia, Laguardia y restos de la muralla de Getaria... Mientras que en Orduña, Bilbao (pilota zaharra kalea), o Zumaia, Zarautz (frontoi txiki)… el nuevo urbanismo hace desaparecer, los espacios para el juego de la pelota.


Nuevo Frontón de Atocha reformado, Fue proyectado por José de Goikoa en el año 1876 e inaugurado el 21 de mayo de 1877, el frontónoriginal contaba inicialmente con la pared del frontis con graderíos a ambos lados.

En la fotografía se ve muy modificado, el edificio adosado en su frontis es el frontón Municipal, construido sobre el primer frontón de Atocha, que quedó desplazado y, siguiendo la moda de la época, se le añadió la pared izquierda, que limitaba el campo de futbol de Atocha. Cuando fue preciso ampliar los graderíos del campo de futbol el 60% del frontis fue reducido. Estaba dedicado al juego de rebote y largo y en él se disputaron históricos partidos entre franceses y vascos con ocasión de la festividad de San Ignacio de Loyola  el 31 de julio de cada año. Es digno de recordar el partido que ventilaron Indalecio Sarasketa, (Txkito de Eibar) y el Manco de Billabona a cesta que congregó en Atocha a una gran cantidad de público de la afición Norteña, por cierto que el partido lo ganó el Manco de Billabona, por cuatro tantos de diferencia. Este enfrentamiento tuvo lugar en el siglo XIX, hacia el año 1890. El frontón Atocha estaba cerca de la antigua plaza de toros, ubicada donde hoy se encuentra el campo de la Real Sociedad en el barrio de Amara.


 El renteriano Melchor Guruceaga, Inventor de la cesta-punta actual


Melchor Guruceaga, con su nueva cesta

 

Errenteria-Guipúzcoa año 1865 

Pelotari. Nació en Errenteria, el 6 de enero de 1865, y se presentó a los diecinueve años en su misma población natal, jugando con Elícegui y Samperio contra los hermanos "Brau". Pasó luego por los frontones de Bilbao y Abando, e hizo tres viajes a América. Jugador vivísimo y elástico, flexible y centelleante como una chispa eléctrica, con gran habilidad si no sobrado de fuerza, fue uno de los pelotaris de más larga vida en los frontones, que comenzó en 1884 muñeca en Buenos Aires y no pudiendo manejarla con soltura, se hizo una cesta más larga y recurvada que las que se utilizaban, y con ella empezó a prodigar el revés con tanto éxito que no tardó en ser adoptada por la generalidad de los jugadores.  Fue la llamada gran chistera o cesta máuser. Ref. Luis Bombín, 1946. La cesta-mauser, fue un invento del pelotari Renteriano, Melchor Guruceaga, que no se proponía, ni mucho menos inventar o patentar un nuevo juego, sino simplemente acomodar las viejas txisteras» a su muñeca fracturada. Jugando, Melchor Guruceaga en Buenos Aires el año 1887 se fracturó la muñeca y estuvo algún tiempo sin jugar.  Pero cuando se reincorporó a la actividad advirtió que su mano se resentía e ideó la construcción de una cesta que le permitiera jugar mejor de revés, que si era más arriesgado para la ejecución de la jugada, le exigía un menor esfuerzo físico. Es el juego que se practica con el tipo de "txistera" denominada «mauser» y tiene dos versiones: la que se practica en plaza libre y recibe el nombre de “grand txistera” y aquella otra que tiene por marco las canchas de pared izquierda,   

 


La cesta-punta actual


Denominado juego de cesta-punta por antonomasia, aunque más conocida internacionalmente como -Jai-Alai‖ (fiesta alegre). La cesta “máuser” fue un invento del pelotari renteriano Melchor Guruceaga, que no se proponía, ni mucho menos inventar o patentar un nuevo juego, sino simplemente acomodar las viejas txisteras» a su muñeca fracturada. (Jugando Melchor Guruceaga en Buenos Aires el año 1887 se fracturó la muñeca y estuvo algún tiempo sin jugar. Pero cuando se reincorporó a la actividad advirtió que su mano se resentía e ideó la construcción de una cesta que le permitiera jugar mejor de revés, que si era más arriesgado para la ejecución de la jugada, le exigía un menor esfuerzo físico. Y así surgió la nueva shistera»—él decía siempre "shistera"— especial: algo más larga, más estrecha, más curvada en el fondo y más profunda, con una mejor recepción de la pelota. Su aparición en la cancha con este armatoste—que llamaba más la atención porque Melchor era de baja estatura—causó no poca hilaridad entre los espectadores, que cesó en cuanto el renteriano comenzó a repartir cestazos: la pelota, retenida en el fondo de la cesta con mayor facilidad, salía acto seguido como una bala»—de ahí el nombre de «mauser" que recibió la nueva cesta—, que además Melchor Guruceaga ponía donde ponía el ojo): Para entonces, algunos pelotaris, como el Txiquito de Abando, que practicaban el ―joko-garbi‖, habían hecho uso y abuso del revés, practicándolo con tal habilidad que los jueces no se atrevían a penalizarlos por «atxiki» (retención de la pelota o "mordisco" literalmente. Así las cosas, la nueva cesta de Guruceaga sería rápidamente adoptada por otros pelotaris que, como Samperio, Madurga, Recondo, Pasieguito o Larralde, tenían que estar de baja semanas enteras reponiéndose de lesiones y torceduras, lo que facilitaba, también, el juego de revés. No todos tenían la habilidad del renteriano inventor de la nueva cesta y de esta manera, entre la manga ancha de los jueces y la aceptación que tenía entre el público boanerense la nueva herramienta, fue concibiéndose un juego nuevo, que no sería conocido por el público vasco hasta 1894 en que se presentaron en San Sebastián los primeros «mauseristas», con amplio rechazo del público entendido. Sin embargo, extendida su práctica entre la juventud «pelotazale» vasca, muchos de cuyos practicantes tenían su vista puesta en los frontones americanos
como meta deportiva, la cesta punta se fue perfilando como un juego de características peculiares que terminaría siendo plenamente aceptado. Quizá el momento culminante de la transición del “Joko-Garbi” a la cesta punta habría que buscarlo en el partido-desafío que jugaron mano a mano en Durango el jokogarbista Juan José Irún, terrible sacador y poderoso voleista y el puntista vizcaíno Miguel Zabarte, una de las figuras del «mauser». Los terribles saques  de Irún, que normalmente eran poco menos que irrestables, eran devueltos por Zabarte con absoluta naturalidad, ganando éste en el peloteo con toda facilidad la posición dominante que aquél trataba, sin éxito, de neutralizar de bolea. Lleno de amargura, Juan José Irún (Gorostegi), comprendió que no tenía nada que hacer y se retiró sin esperar a que el partido acabara con un tanteo humillante. Muchos aficionados que asistieron al partido, algunos de ellos fanáticos del “ Joko Garbi”, salieron convencidos de que se había abierto una nueva era para el juego de la txistera. Y que encontró en Bizkaia, con una menor tradición en el uso de este tipo de herramienta, una afición virgen y bien dispuesta a entregar sus preferencias a este juego, convirtiéndose en el vivero, que nunca ha dejado de ser a partir de entonces, de los mejores puntistas que han ocupado las cabeceras de cartel en frontones del mundo entero. La txistera, sobrevive gracias a los frontones Americanos que dan cabida a los grandes ases, de la especialidad es una pena que una modalidad tan espectacular y que dio a conocer la pelota en el mundo entero como Jai-Alai, pueda desaparecer. Y para terminar el remonte que se mantiene gracias a los esfuerzos de la nueva Empresa “Oriamendi-2010” que rige los destinos, de un cuadro compuesto por 32 remontistas y que programa dos festivales semanales los jueves y los sábados durante el año y en el mes de agosto con  la celebración del “Torneo-Individual de remonte-Kutxabank se programan cuatro festivales semanales en el Palacio del remonte frontón Galarreta-Jai-Alai en Hernani-Guipuzcoa. También incluyo algunos programas y fotografías históricas, como  testimonio de un tiempo pasado de la pelota-vasca que no volverá.


Los trinketes de Pamplona  año 1900

Este articulo está escrito por el inefable Jokintxo Ilundain:En el año 1840, existían en Pamplona, varios juegos de pelota, bastantes más desde luego que hoy (año 1944), a pesar de que la ciudad no sobrepasaba los (25.000 habitantes).Probablemente el más antiguo, aunque de carácter particular era el del Seminario de la calle de la Tejería, que existió medio derruido y carcomido por el paso del tiempo t el descuido, hasta el año 1930; tenía una puerta aparte con el Seminario y se subía al trinkete por unos ocho peldaños de escalera irregular. Allí llegaron a jugar varios mozos pamploneses. Conservaba los recovecos de una construcción irregular lo cual servía para que la pelota tomase en la pared unos efectos raros, y el techo era de vigas de madera en tramos dispares. Tenía un pasillo bajo, techo a la izquierda, con una red metálica a base de hierros, y en la parte alta de la izquierda unos balcones que en su tiempo habían sido palcos de los muy reverendos y señores catedráticos. Existía también el largo, para lo cual se habilitaba en  primavera, verano y en las Fiestas de San Fermín la plaza de la Constitución (actual plaza del castillo), en su lado más soleado y Se ponían bancos alrededor del juego que solían sacarse del teatro viejo de la calle de Comedias y de la Iglesia de San Nicolás.Pero los que fueron más populares fueron los de la Pellejería y los de la calle de San Agustín. El de la Pellejería estaba frente a la plazuela del mercado de cerdos y fue derribado cuando se instalo la fábrica de pastas de los  industriales Señores. Oteiza.  Era largo y tenía salida también a la calle de los Descalzos. Vivió y existió durante todo el azaroso periodo de las guerras civiles y de sitio en Pamplona

 Año 1912 la Plaza de la Constitución, con el monumento a la (Mari Blanca) patrona de los desamparados, actualmente Plaza del Castillo

 

Entre los datos que he podido investigar sobre este frontón es que allí se reunió más de una vez la famosa partida de “Carricalutxe”.Una anécdota, un tanto macabra, pero de fuerte sabor del sector turbio y pendenciero de los viejos trinketes pamploneses la voy a recordar aquí. Hasta hace años era conocidísima en todas las tiendas antiguas del barrio de San Lorenzo.El año 1885 el cólera hizo estragos en Pamplona. ¡El famoso año del cólera¡ en el Ayuntamiento hay unas curiosas testaciones sobre el avance del cólera. Un escribano, anota al margen de ciertos documentos. “El Cólera está en Caparroso” A los cinco días: “El cólera está en Puente la Reina”. Después: el cólera está en Noáin, para terminar tan terrible invasión, anotando cierto día: “El cólera ya ha llegado a Pamplona”. Pues aún cuando la ciudad era muy pequeña fue muy numerosa la mortandad diaria y el Ayuntamiento, para evitar el triste espectáculo de ver “depósitos” y más “depósitos” para  toda la ciudad y a todas horas, dispuso que los que falleciesen fueran llevados, por la noche, a la pequeña capilla de la Virgen de la O, y de allí, al filo de la madrugada al cementerio El otro trinkete clásico en el viejo Pamplona del ochocientos, era el de San Agustín: más moderno que el de Pellejería, más alegre y de más garantía. A finales del siglo XIX, era frecuentadísimo por toda la juventud de Pamplona, que alternaba, para satisfacer su afición entre el “Juego-Nuevo” y el trikete de San Agustín más moderno que el de pellejería más alegre y de más garantía. Estaba situado en el lugar que ocupo el Viejo Euskal-Jai  y su pared derecha es la que ocupaba el bar del frontón. Igual que el de la pellejería también tenía salida a la calle de la Merced y frente al trinkete había una taberna siempre frecuentada por aficionados a la pelota y los vecinos de la calle, su dueño era un tal Azcona al que le llamaban “Minchar”. Varios aficionados de los que después llegaron a ser famosos pelotaris en el Juego-Nuevo hicieron su aprendizaje en el trinkete de San Agustín, que tenía dimensiones bastante grandes, con paredes ciegas a los dos lados y tejadillo en la zaga. Tal sucedió con “Matxin” el popularísimo Martín Etxegaray, que fue uno de los que más jugaron en dicho trinkete. Se recuerda de el un partido que jugó en mayo de 1898, contra otro buen mozo; “El Sanitario de Esquiroz”, a quien le llamaban así porque había estado o estaba de soldado en el Cuerpo de Sanidad. Era un domingo y comenzaron a jugar (mano a mano) a las diez de la mañana. Entre los amigos de uno y otro, se jugaba mucho dinero. “Matxin” salió con una camiseta de pelotari a la moda de entonces a rayas coloradas, el “sanitario” con una camiseta de fuerte tela negra. Cuando estaban igualados a cinco juegos muchos de los espectadores fueron a oír misa a San Agustín, volviendo después al trinkete. Ya estaban jugando a cinco nuevos juegos. Luchando y sudando, les llegó la hora de comer, bebieron algo caliente, se abrigaron con unas mantas unos minutos y siguió el partido. Toda la tarde estuvieron jugando y a las siete estaban nuevamente igualados a juegos después de haber hecho cada uno (veinte juegos) en ese momento el juez un tal “Zamorano” suspendió el partido,  después de nueve horas de juego, y con aquellas pelotas que aunque blandas, eran grandes y de poco toque. Otro partido que aún se recuerda fue el que jugaron Saturnino Aramendia y Lucio el Telonero, un peón que tenía Vives, contra “El Esquilador de Astráin”, mozo que cuando venía a jugar a  Pamplona levantaba un torbellino de discusiones. Ya de pequeño se vio en el la valía e intuición para el juego de la pelota y los de Astráin le llevaron un día a Puente para que jugase contra los dos mejores del pueblo. Los de Astráin volvieron repletos de buenos dineros. Otra vez jugó en Óvanos un partido de gran expectación comarcal contra Eugenio Eraso de Uterga, quien le ganó al “Esquilador” Tenía días de juego genial y partidos en los que se abatía inesperadamente. El partido que jugó en el Trinkete de San Agustín a que hacemos referencia era a jugar la pareja solamente con la izquierda y “El esquilador”, libre. S atravesaron grandes cantidades de dinero y rompieron no sé cuantas pelotas, jugaron no sé cuántas horas, porque en el trinkete aquel, muy parecido al de Lecumberri, el tanto era muy difícil de rematar. Y, al final, tras varias igualadas, en el último juego, los tres o cuatro últimos tantos los hizo Aramendia con una habilidad extraordinaria y aprovechándose del manifiesto decaimiento o descorazonamiento del de Astraín, quien de resultas de este partido, enfermó para una buena temporada. Antes de ocuparnos de la época de la iniciación del remonte, que tuvo lugar en aquel inolvidable Juego-Nuevo de Pamplona, justo es, que pongamos un poco de orden, los recuerdos de los famosos pelotaris de fin de siglo XIX, y que fueron, por su popularidad nacida de su valía, los ídolos de los públicos de entonces. Además de la pelota a mano, privaba el guante, primero corto y después Mauser, muy alargado y estrecho, de pergamino duro y amarillento, hasta que según el Abate Blasi, invento la txistera un pelotari francés llamado Gantxiki Harotra. En todo el país, había numerosos frontones dispuestos para tal juego, cuyo radio de acción abarcaba, con las pelotas de entonces, hasta 18 cuadros: eran abiertos con graderías de piedra o de madera tras la amplia y arenosa contra kantxa y tenían nombre de fama, por los partidos que en ellos se disputaban, los dos del viejo Bilbao, el de Portugalete, Markina, Durango, Vergara, Azpeitía, Renteria…y el Juego-Nuevo de Pamplona, adosado a la casa de Misericordia, cuando estaba situada en la Taconera, posteriormente Paseo de Sarasate, y después, el gran frontón  descubierto de verano el Jai-Alai del barrio de Ategorrieta de San Sebastián que se construyó en el año 1886, al calor del renacimiento de la afición a la pelota, operado por Indalecio Sarasketa, el “Gran Txikito de Eibar”.


24 de Enero de 1909m Inauguración del nuevo frontón pamplonés "Euskal-Jai"



Fachada del desaparecido frontón Euskal-Jai



Nueva imagen del reformado frontón Madrileño "Beti-Jai", inaugurado el año 1894

 

Imágen  de la cancha del frontón Beti-Jai, madrileño actual se inauguró El 29 de mayo de 1894.

 El frontón Beti-Jai, Madrileño, en la C/ Marqués de Riscal, en el barrio de Chamberí, muy ce encuentra el frontón Madrileño, Beti-Jai, vista de la kantxa.erca del Paseo de la Castellana. Ocupa una parcela de 3000m cuadrados y la superficie construida alcanza los 10.000 m.  Está realizado en diferentes estilos entre los que cabe destacar el eclecticismo de la fachada principal, el neo mudéjar, presente en algunas partes del interior, y la arquitectura del hierro características del siglo XIX. Su núcleo central lo confirma una kantxa al aire libre, de 67 m de larga, 20 m de ancha y 11 metros de alta. Alrededor de la misma se extienden las gradas, que rodean la kantxa por sus lados oriental y meridional, dibujando una planta semielíptica. El graderío tiene una capacidad aproximada para 4.000 personas y se articula en cuatro plantas, cerradas al interior mediante balcones con barandillas y comunicadas entre sí a través de escaleras de madera. Se sostiene por medio de un entramado de columnas y vigas de hierro forjado, algunas de ellas curvadas para dar inclinación a las gradas, y presenta cubierta de madera. En los techos se conservan restos de frescos. En la cara occidental se eleva en un muro curvo neo mudéjar. El frontón se empezó a construir en 1893, con un presupuesto aproximado de unas 500.000 pesetas. Se debe a un diseño del arquitecto Joaquín Rucoba (1844-1919), autor de la Plaza de toros de la Malagueta, el mercado y el parque de Málaga, así como la Casa Consistorial de Bilbao, entre otras obras. Fue la cuarta infraestructura de estas características abierta en Madrid a finales del siglo XIX, en un momento en el que el deporte de la pelota vasca alcanzó una notable popularidad en la capital española. Le precedieron, por este orden, los frontones Jai Alai (1891), Fiesta Alegre y Euskal Jai. Fue inaugurado el 29 de abril de 18947 (otras fuentes indican el 29 de mayo del mismo año8 ) y estuvo en funcionamiento hasta el año 1919. Con la Guerra Civil durante la defensa de Madrid sus instalaciones fueron reconvertidas en comisaría y, durante los primeros años de la dictadura franquista, sirvió como lugar de ensayo de bandas musicales vinculadas a la Falange Española. A mediados del siglo XX, se vendió a la compañía automovilística Citroën, que lo utilizó como taller de reparaciones. En 1997 fue comprado por 2,3 millones de euros por la sociedad vasca Frontón Jai Alai, que inicialmente pretendía su recuperación para uso deportivo. Posteriormente, la propiedad pasó a manos de la empresa Aguirene. El 9 de febrero de 2011 fue declarado como Bien de Interés Cultural por la Comunidad de Madrid El frontón Beti-Jai, es actualmente el frontón más viejo del mundo. Actualmente está totalmente reformado con su diseño original, pero no se sabe el destino del frontón, parace que bo se ponen de acuerdo la plataforma que defiende el frontón como bien cultural  y el ayuntamiento de Madrid.

 


Fotografía histórica de Indalecio Sarasketa (Txikito de Eibar) año 1880


Frontón "Fiesta-Alegre" de valladolid año 1894

La inauguración oficial fue el 7 de septiembre de 1894 con el partido det xistera entre Araquistain e                                                      Irún contra Muchacho y Sarasúa.

 

El año 1894 la sociedad formada por el vallisoletano Ángel Chamorro y los Madrileños José Rodríguez y Valeriano Macuso decidieron construir en Valladolid un hermoso frontón para la practica de la pelota-vasca. El lugar escogido para su construcción fue la calle Muro. Los planos y la dirección de las obras le fueron encargadas a Santiago Rodríguez Herrero. El edificio contaba de tres pisos. La planta baja, el primero o principal y el segundo. La fachada principal era de ladrillo rojo, tenía ocho puertas de arco en la planta baja y en el primero y segundo piso ocho balcones iguales, terminaba en un ático en cuyo fondo figuraba la inscripción “Frontón Fiesta-Alegre” La fachada lateral izquierda, estaba formada por un arco y un balcón y luego diecisiete arcos en la planta baja y diecisiete ventanas en los pisos principal y segundo. El edificio estaba totalmente aislado en una parcela rectangular de 1.971 m2, de los cuales 455 correspondían a las plantas de la galería y de los pasillos y 196 al café, despacho de billetes y otras dependencias. El edificio terminaba en una cubierta, realizada por Romualdo Martín, formada por cerca de 7.000 cristales, y sostenida por bastidores y correas de hierro. Encima de la cubierta había un corredor longitudinal para reparaciones y limpieza y tres para-rayos. La altura desde el suelo era de 24 m. La pared del frontis y gran parte de la contra-kantxa era de piedra de sillería, el resto de ladrillo prensado procedente de la fábrica de Eloy y Silio. En la construcción del edificio se utilizaron 1.400.000 ladrillos Las columnas, vigas y la armadura de la cubierta eran de hierro, con un peso de 80.000 kg, realizado todo en los talleres de fundición de Leto Gabilondo de Valladolid. Las escaleras y la separación de las localidades eran de madera. Toda la carpintería fue realizada en la ciudad por los sobrinos de Pedro Anciles. El decorado y la pintura del interior la realizaron los vallisoletanos Luis Gijón y Claudio Cilleruelo. La kantxa de juego tenía 1320 m2 de superficie, 60 m desde la pared de juego al de rebote y 22 m desde la pared de contra-kantxa. Las localidades en los pisos primero y segundo había gradas, plateas y palcos, y en la planta baja filas centrales, gradas semicirculares y sillas de kantxa. El frontón tenía capacidad para 2.716 espectadores. Además de la kantxa de juego el edificio estaba dotado con un Café, contaduría, vestuarios, enfermería, botiquín y servicios con agua corriente. El 22 de Noviembre de 1915 el edificio pasó a ser la sede de la Casa Social católica de Valladolid, donde estuvo más de veinte años, posteriormente el edificio fue derribado.

 

Frontón "Euskal-Duna" de Bilbao, año 1939

Fachada del   frontón Bilbaíno, Euskal-Duna"

Bilbao 8 de Diciembre de 1939

Bajo la dirección del Intendente y súper-fenómeno de la pelota en todas sus modalidades. Indalecio Saraketa, Txikito de Eibar. El 8 de diciembre de 1939, se inaugura el nuevo frontón Euskalduna, con un festival de pala y remonte en el que jugó, El Mago del remonte, Jesús Ábrego, como un reconocimiento al fenómeno y a la especialidad del remonte, que en el frontón Euskalduna, disfrutó de tardes memorables. En la inauguración del nuevo frontón Euskalduna -Bilbaíno, participaron los palistas aficionados Adrián Otxandiano y Fidel Jadraque contra Pello Mari Baleztena y Enrique Abril el partido lo ganaron los primeros por 30-26, a continuación se celebró un partido de remonte, en el que intervinieron las dos grandes parejas, Jesús Ábrego acompañado de Bernardo Irigoyen II frente a Francisco Arce, (Chichan)  y Juan Iturain, ganaron el encuentro Arce-Iturain. Su última función se celebró el 29 de agosto de 1957, aquel día la pelota en general y la pala en particular estaba de luto de había cerrado el frontón más emblemático de la, Pala. El 11 de octubre de 1967, diez años después sin la pala en Bilbao, se inauguró el nuevo frontón Club Deportivo de Bilbao, donde se jugó a pala hasta su cierre como frontón largo en el año 2012. Ha sido el centro vital de nuestro deporte en Bilbao. En el primitivo frontón Euskalduna actuaron un nutrido grupo de magníficos jugadores como Chistu (1910), los Quintana (de Deusto), Elorrio, Nervión, los Goiri, los Amorebieta, Ochoa, Goiri, Chiquito de Bilbao, Arrarte, Solozábal, Chiquito de Gallarta, Azurmendi, Araquistáin, Inza y otros hasta que fue destruido

 

                              Vista interior del nuevo  frontón Euskalduna-Bilbaíno en su inauguración

El viejo frontón Euskal-Duna. En 1937 fue destruido por una bomba durante la guerra. Las obras de reconstrucción comenzaron en 1939 y se terminaron en diciembre. Se inauguró con un partido a pala entre los aficionados Ochandiano y Jadraque contra Pello Mari Baleztena y EnriqueAbril, ganando los primeros por 30-26. Se cerró el 30 de agosto de 1957. Un grupo de jugadores (la caja) era perfecto: Portal, Pasieguito, de Irún, Navarrete, Gamborenea, Francés, Bionicle, Eguibar, Pedrosa, Abadiano, Barcaiztegi,  Mendiguren, Brau, A. Garro, Bravo, Cecilio, George, Muchacho, Salazar, Olaitz y Zabarte.