HISTÓRICA VOLTERETA DE MIKEL URRUTIKOETXEA
DEL 10-20 A 22-20 DE UNA TACADA PARA CONQUISTAR
LA TXAPELA DEL CUATRO Y MEDIO DE LA LEP.M
ANTE UN IRUJO AL QUE SE LE ENCOGE EL BRAZO
Urrutikoetxea
se proclama campeón del Cuatro y Medio tras una remontada
histórica frente al navarro Juan Martinéz de Irujo (22-20).Vista:
histórica frente al navarro Juan Martinéz de Irujo (22-20).Vista:
Bilbao 29 de Noviembre de 2015
Mikel Urrutikoetxea protagonizó ayer
una histórica voltereta en el frontón Bizkaia de Bilbao que le sirvió para
coronarse como nuevo campeón del Cuatro y Medio de la LEP.M y cerrar un año
mágico en el que hace unos meses también salió triunfador del mano a mano. El
delantero de Zaratamo remontó un 10-20 adverso ante el defensor del título, un
Juan Martínez al que se le encogió el brazo en los momentos decisivos y no supo
cerrar un partido que tuvo ganado. El delantero de Ibero dilapidó una más que
suculenta renta de diez tantos y claudicó ante el poderío de un rival que
asumió riesgos con todo perdido. ¿Para qué? Para encadenar una docena de tantos
(del 10-20 al 22-20) que le llevaron desde el infierno en el que se encontraba
hasta el cielo del primer escalón del podio.
El
monumental frontón “Bizkaia” en el barrio de Miribilla de Bilbao, que abrió
sus
puertas el 19 de Marzo de 2011
Con su triunfo de ayer ante la
abarrotada grada de un frontón Bizkaia entregada a su ídolo, Mikel
Urrutikoetxea se confirma como el pelotari de moda. Y no pasajera,
precisamente. Si el pasado mes de junio se coronó campeón del mano a mano al
batir en la final a Aimar Olaizola (pese a que el vizcaíno la disputó por la
lesión del rival que le había derrotado en semifinales, Oinatz Bengoetxea),
ayer se caló la otra txapela individual, la de la jaula, al vencer
a Juan Martínez de Irujo. Es decir, que el delantero de Zaratamo no sólo ha
conquistado los dos grandes campeonatos individuales del año, sino que lo ha
hecho ante los dominadores de los mismos durante la última década. Sin duda,
2015 ha sido el año de su explosión definitiva. Y por lo visto en ambas
finales, da la impresión de que ha llegado para quedarse
No le resultó sencillo a Mikel Urrutikoetxea regresar
a lo más alto del podio. Tuvo que lidiar con un rival que completó un inicio de
partido espectacular y con un arranque personal más que dubitativo. Y es que
Irujo comenzó centrado y de salida se fabricó una ventaja de seis tantos. Pese
a que fue Urrutikoetxea el primero en golpear, después de un tanto inicial de
19 pelotazos a buena y que cayó del lado del vizcaíno merced a un error de su
oponente, Irujo no tardó en recuperar la iniciativa y, con un saque bien
dirigido, abrió brecha con rapidez (1-7). Al vizcaíno se le notaba incómodo,
pero encontró consuelo en el apoyo de su afición, más numerosa y ruidosa que la
de Irujo por eso de jugar cerca de su Zaratamo natal, y en los consejos de su
botillero, Pablo Berasaluze, vital para que su pupilo nunca bajara los brazos.
Aunque Mikel Urrutikoetxea levantó su ánimo y su
juego, no le alcanzó para hacer grandes recortes. Irujo estaba jugando en plan
campeón. Cada vez que su rival se acercaba en el marcador volvía a marcar
distancias. Del 4-7, al 4-11. Del 7-11, al 7-17. Del 10-18, al 10-20. Parecía
cuestión de tiempo, y más bien poco, que Irujo encontrara la manera de conquistar
dos tantos más para calarse su cuarta txapela del Cuatro y Medio de la LEP.M.
La 14ª de su carrera profesional. La que le habría servido para colocarse como
líder en solitario del honorífico ránking de pelotari en activo con mejor
palmarés. Pero nada más alejado de la realidad. El delantero de Ibero ya no
sumó más. Su rival, 12 tantos del tirón. Del cartón 10, al 22. De una tacada.
Con los únicos respiros de los tres descansos que solicitó Irujo (hasta
entonces no había utilizado ninguno) con el fin de frenar una sangría que nunca
pudo contener.
La historia de la alucinante voltereta de Urrutikoetxea comenzó con un
descanso que solicitó su botillero, Pablo Berasaluze, que le recordó que los
partidos no terminan hasta que alguien llega a 22. El alumno escuchó al maestro
y recurrió a su mejor versión, esa de pelotari agresivo que le valió para
derrotar a Oinatz Bengoetxea en semifinales. La misma que le sirvió para
remontar en la jornada inaugural de la liguilla de cuartos de final ante el
mismo rival al que ayer se enfrentaba. Sólo así se entiende lo que ocurrió
después. El vizcaíno arriesgó, golpeó con fuerza e impuso su mayor frescura
física. Fueron 12 tantos espectaculares en los que Urrutikoetxea sacó su lado
más salvaje. Solo así pudo derrocar al anterior campeón y convertirse en el
rival a batir.
JAVIER LEONÉ | PABLO VIÑAS
Diario de Noticias de Navarra
Diario de Noticias de Navarra
No hay comentarios:
Publicar un comentario