Hacía el año 1840 se construyó en Pamplona el
frontón Juego-Nuevo, en el interior del gran Caserón de la Casa de
Misericordia, y aprovechando un gran patio, el Excmo. Ayuntamiento de Pamplona
lo habilitó para levantar el nuevo frontón. El frontón se componía de (18
cuadros) un fuerte muro del frontis de piedra casi azulada de las canteras de
la ribera de Navarra, la kantxa enlosada y áspera y alta pared izquierda, con
algunas ventanas protegidas que correspondían a la casa de Misericordia.Su
contra-kantxa era pequeña de tierra, y tenía un graderío de unas seis o siete
filas corridas de gruesos tablones, ennegrecidos por el húmedo clima de Pamplona.
Como ha cambiado el clima¡ En este frontón se jugaba a (Guante), y en el año
1870 se acometió una reforma para adaptarlo a (Guante-Corto). Al correr de los
años concretamente el año 1904, el
Excmo. Ayuntamiento de Pamplona sacó a subasta el arrendamiento de dicho
frontón, siendo adjudicado a un grupo de pelotari formados por José Murillo,
Juan Moya, Vicente Ezeiza y algunos más.
Un guante-corto y dos remontes, el 1ª con el que se jugó en el
frontón “Juego-Nuevo” de Pamplona en el siglo XIX y XX, y el remonte inventado en el añ1904, por el Pamplonés Juan Moya Bernedo.
En los San Fermínes de 1904, se jugó un gran partido
en el Juego-Nuevo a Guante-Corto, entre Martín Etxegaray (Matxin), acompañado
de Florentino Murillo, contra Juan Moya y Saturnino Aramendia, sacando Murillo
desde el cuadro 5 y Aramendia desde el cuadro 3. Con un lote de pelotas de (150 gramos), ganaron el
partido Moya-Aramendia. Ese mismo año en el verano de 1904, Juan Moya Bernedo,
inventa la nueva forma de jugar a la pelota-vasca, la cesta de mimbre el
(remonte).El pelotari profesional toma carta de naturaleza, con la construcción
e inauguración el 24 de enero de 1909, del nuevo frontón Euskal-Jai, en la
castiza calle de San Agustín. El que pudiéramos llamar el primer cuadro de
pelotari que componían el cuadro inicial de remontistas del frontón Euskal-Jai.
Pepe Murillo, Saturnino Aramendia, Martín Etxegaray (Matxin), Eugenio Eraso,
Vicente Ezeiza, Juan Illarraz, Ignacio Astiz, Patxi Ormaetxea, (Antxart) y
Florentino Murillo.
Programa del frontón (Juego-Nuevo) de Pamplona, anunciando Partidos matinales de mano y de guante por la tarde
A`parece una nueva especialidad de pelota-vasca, el (Yoko-Garbi) Juego Limpio
La cesta de mimbre del (Y(oko-Garbi) Juego-Limpio y loa cesta-punta
que
comenzaba a mostrar su pujanza y que, si en un primer momento utilizó guante de
cuero, prontamente comenzó a utilizar guante de fibra vegetal,
llamado-txistera. Este nuevo juego que comenzaba a extenderse y que iba a dar
los mejores pelotaris surgidos en el país-vasco no necesitaba las dimensiones
de un frontón de largo y la nueva medida era apropiada para su desarrollo. Un
guarda forestal de Saint Pée sur Nivelle, llamado Ganish Halsoueth, cuenta en
una carta, que un joven llamado Jean Dithurbide, conocido por-Gaint- Txikil,
nacido en 1844, tuvo la idea de fabricar un guante más liviano y manejable que
los utilizados hasta entonces, dando lugar al nuevo juego de la txistera.
Cuenta igualmente Ganish Halsouet que cuando-Gaint-Txiki, era niño, tenía la
costumbre de ir a jugar a pelota a casa de su padre los días de mal tiempo.
Esta casa tenía un pequeño departamento interior de reducidas dimensiones, 6,40
x 6,20, y allí fue inventada la txistera. La idea le fue sugerida por los
cestos o canastillas que existían en dicha casa que eran empleados para recoger
alubias, cerezas, manzanas y otros productos. Estas canastillas estaban
recogidas por ambos extremos, adquiriendo una forma ovalada. Gaint-Txiki, pegó
con la canastilla dos o tres veces a la pelota, dice la carta de Ganich
Halsouet, e inmediatamente le vino a la mente
la idea de que sería posible hacer con varitas de madera canastillas que
tuvieran la misma forma de los guantes de cuero. Continúa la carta diciendo que
así fue inventada la txistera en Saint Pée el año 1857. El origen la la
pala-larga “Leño” se desconoce, pero hay un tapiz de D. Francisco de Goya y
Lucientes, del año 1750 en el cual aparecen dos palistas en un frontón jugando
a pala.el leño tienen cada día menos adeptos, con el cierre del frontón
Deportivo de la Alameda de Recalde se ha perdido el hermoso frontón que tantos
días de gloria dio a la pala.
Cuadro pintado por el artistaartista Gustave Colin en el año 1863, del Museo-Vasco, las murallas de Hondarribia, siglo XIX, 1863Observando el cuadro pintado por Gustave Colin en 1863 del Museo Vasco y
la historia de Bayona, bajo la muralla de Hondarribia, donde se observa el
juego a pelota, modalidad juego directo, practicado a guante. El que conocemos
actualmente como guante-laxoa, jugaban cuatro jugadores contra cuatro.,
principalmente al aire. Le seguiría el juego a rebote, con cesta de mimbre.
Todos ellos, evolución del juego originalmente conocido por bote luzea o el
“jeu de paume” (juego a palma). La muralla de Hondarribia, ya aparece como espacio
para el juego de la pel. El juego en “decadencia” era el juego directo,
mientras que el juego novedoso, que causaba furor y estaba de “moda” era el
juego a blé, contra la pared.Durante el siglo XIX, se construyeron la mayoría
de los frontones que hoy consideramos históricos, y son parte de nuestro
patrimonio cultural, artístico y arquitectónico. Frontones que hicieron casi
desaparecer, a los espacios de juego de la modalidad de la cual nació, el juego
directo.
La evolución
Antes de la construcción de los frontones de pared izquierda, a pelota
se jugaba en los prados, las calles y las plazas, adecuando el juego a la
arquitectura que le rodeaba. Con el frontón de pared izquierda, vino una
revolución arquitectónica del espacio del juego, siendo necesaria la
construcción de dos paredes ex proceso. Algunos pueblos, los construyen
respetando el espacio del juego original. La gran mayoría construyó un espacio
nuevo, con mayor o menor acierto arquitectónico y urbanístico en su ubicación.
Luego siguieron los edificios que encerrarían los frontones, y poco a poco, la
pelota desapareció de la mayoría de las plazas de nuestros pueblos.
Una época
El siglo XIX, fue una época de desarrollo económico, cultural y
científico, donde la sociedad, ansiosa de expansión, al parecer, no tuvo
inconveniente en deshacerse de las herencias de sus antepasados. Se derribaron
las murallas de las ciudades, para construir los ensanches, y de paso se
perdieron los espacios que originalmente pertenecían al desarrollo del juego de
la pelota antigua. Sin embrago, se mantienen, los espacios de las poblaciones
que han respetado y mantenido la arquitectura y el urbanismo previo al siglo
XVIII y XIX. Entre estos espacios, podemos encontrar, las murallas de
Hondarribia, Laguardia y restos de la muralla de Getaria... Mientras que en
Orduña, Bilbao (pilota zaharra kalea), o Zumaia, Zarautz (frontoi txiki)… el
nuevo urbanismo hace desaparecer, los espacios para el juego de la pelota.
Nuevo Frontón de Atocha reformado, Fue proyectado
por José de Goikoa en el año 1876 e inaugurado el 21 de mayo de 1877, el
frontónoriginal contaba inicialmente con la pared del frontis con graderíos a
ambos lados.
En la fotografía se ve muy modificado, el edificio
adosado en su frontis es el frontón Municipal, construido sobre el primer
frontón de Atocha, que quedó desplazado y, siguiendo la moda de la época, se le
añadió la pared izquierda, que limitaba el campo de futbol de Atocha. Cuando
fue preciso ampliar los graderíos del campo de futbol el 60% del frontis fue
reducido. Estaba dedicado al juego de rebote y largo y en él se disputaron
históricos partidos entre franceses y vascos con ocasión de la festividad de
San Ignacio de Loyola el 31 de julio de
cada año. Es digno de recordar el partido que ventilaron Indalecio Sarasketa,
(Txkito de Eibar) y el Manco de Billabona a cesta que congregó en Atocha a una
gran cantidad de público de la afición Norteña, por cierto que el partido lo
ganó el Manco de Billabona, por cuatro tantos de diferencia. Este enfrentamiento
tuvo lugar en el siglo XIX, hacia el año 1890. El frontón Atocha estaba cerca
de la antigua plaza de toros, ubicada donde hoy se encuentra el campo de la
Real Sociedad en el barrio de Amara.
El renteriano Melchor Guruceaga, Inventor de la cesta-punta actual
Melchor Guruceaga, con su nueva cesta
Errenteria-Guipúzcoa año
1865
Pelotari. Nació en Errenteria, el 6 de enero de
1865, y se presentó a los diecinueve años en su misma población natal, jugando
con Elícegui y Samperio contra los hermanos "Brau". Pasó luego por
los frontones de Bilbao y Abando, e hizo tres viajes a América. Jugador
vivísimo y elástico, flexible y centelleante como una chispa eléctrica, con
gran habilidad si no sobrado de fuerza, fue uno de los pelotaris de más larga
vida en los frontones, que comenzó en 1884 muñeca en Buenos Aires y no pudiendo
manejarla con soltura, se hizo una cesta más larga y recurvada que las que se
utilizaban, y con ella empezó a prodigar el revés con tanto éxito que no tardó
en ser adoptada por la generalidad de los jugadores. Fue la llamada gran chistera o cesta máuser.
Ref. Luis Bombín, 1946. La cesta-mauser, fue un invento del pelotari
Renteriano, Melchor Guruceaga, que no se proponía, ni mucho menos inventar o
patentar un nuevo juego, sino simplemente acomodar las viejas txisteras» a su
muñeca fracturada. Jugando, Melchor Guruceaga en Buenos Aires el año 1887 se
fracturó la muñeca y estuvo algún tiempo sin jugar. Pero cuando se reincorporó a la actividad
advirtió que su mano se resentía e ideó la construcción de una cesta que le
permitiera jugar mejor de revés, que si era más arriesgado para la ejecución de
la jugada, le exigía un menor esfuerzo físico. Es el juego que se practica con
el tipo de "txistera" denominada «mauser» y tiene dos versiones: la
que se practica en plaza libre y recibe el nombre de “grand txistera” y aquella
otra que tiene por marco las canchas de pared izquierda,
La cesta-punta actual
Denominado juego de cesta-punta por antonomasia,
aunque más conocida internacionalmente como -Jai-Alai‖ (fiesta alegre). La
cesta “máuser” fue un invento del pelotari renteriano Melchor Guruceaga, que no
se proponía, ni mucho menos inventar o patentar un nuevo juego, sino
simplemente acomodar las viejas txisteras» a su muñeca fracturada. (Jugando
Melchor Guruceaga en Buenos Aires el año 1887 se fracturó la muñeca y estuvo
algún tiempo sin jugar. Pero cuando se reincorporó a la actividad advirtió que
su mano se resentía e ideó la construcción de una cesta que le permitiera jugar
mejor de revés, que si era más arriesgado para la ejecución de la jugada, le
exigía un menor esfuerzo físico. Y así surgió la nueva shistera»—él decía
siempre "shistera"— especial: algo más larga, más estrecha, más
curvada en el fondo y más profunda, con una mejor recepción de la pelota. Su
aparición en la cancha con este armatoste—que llamaba más la atención porque
Melchor era de baja estatura—causó no poca hilaridad entre los espectadores,
que cesó en cuanto el renteriano comenzó a repartir cestazos: la pelota,
retenida en el fondo de la cesta con mayor facilidad, salía acto seguido como
una bala»—de ahí el nombre de «mauser" que recibió la nueva cesta—, que
además Melchor Guruceaga ponía donde ponía el ojo): Para entonces, algunos
pelotaris, como el Txiquito de Abando, que practicaban el ―joko-garbi‖, habían
hecho uso y abuso del revés, practicándolo con tal habilidad que los jueces no
se atrevían a penalizarlos por «atxiki» (retención de la pelota o
"mordisco" literalmente. Así las cosas, la nueva cesta de Guruceaga
sería rápidamente adoptada por otros pelotaris que, como Samperio, Madurga,
Recondo, Pasieguito o Larralde, tenían que estar de baja semanas enteras
reponiéndose de lesiones y torceduras, lo que facilitaba, también, el juego de
revés. No todos tenían la habilidad del renteriano inventor de la nueva cesta y
de esta manera, entre la manga ancha de los jueces y la aceptación que tenía
entre el público boanerense la nueva herramienta, fue concibiéndose un juego
nuevo, que no sería conocido por el público vasco hasta 1894 en que se
presentaron en San Sebastián los primeros «mauseristas», con amplio rechazo del
público entendido. Sin embargo, extendida su práctica entre la juventud
«pelotazale» vasca, muchos de cuyos practicantes tenían su vista puesta en los
frontones americanos
como meta deportiva, la cesta punta se fue perfilando como
un juego de características peculiares que terminaría siendo plenamente
aceptado. Quizá el momento culminante de la transición del “Joko-Garbi” a la
cesta punta habría que buscarlo en el partido-desafío que jugaron mano a mano
en Durango el jokogarbista Juan José Irún, terrible sacador y poderoso voleista
y el puntista vizcaíno Miguel Zabarte, una de las figuras del «mauser». Los
terribles saques de Irún, que
normalmente eran poco menos que irrestables, eran devueltos por Zabarte con
absoluta naturalidad, ganando éste en el peloteo con toda facilidad la posición
dominante que aquél trataba, sin éxito, de neutralizar de bolea. Lleno de
amargura, Juan José Irún (Gorostegi), comprendió que no tenía nada que hacer y
se retiró sin esperar a que el partido acabara con un tanteo humillante. Muchos
aficionados que asistieron al partido, algunos de ellos fanáticos del “ Joko Garbi”,
salieron convencidos de que se había abierto una nueva era para el juego de la
txistera. Y que encontró en Bizkaia, con una menor tradición en el uso de este
tipo de herramienta, una afición virgen y bien dispuesta a entregar sus preferencias
a este juego, convirtiéndose en el vivero, que nunca ha dejado de ser a partir
de entonces, de los mejores puntistas que han ocupado las cabeceras de cartel
en frontones del mundo entero. La txistera, sobrevive gracias a los frontones
Americanos que dan cabida a los grandes ases, de la especialidad es una pena
que una modalidad tan espectacular y que dio a conocer la pelota en el mundo
entero como Jai-Alai, pueda desaparecer. Y para terminar el remonte que se
mantiene gracias a los esfuerzos de la nueva Empresa “Oriamendi-2010” que rige los destinos,
de un cuadro compuesto por 32 remontistas y que programa dos festivales
semanales los jueves y los sábados durante el año y en el mes de agosto
con la celebración del “Torneo-Individual
de remonte-Kutxabank se programan cuatro festivales semanales en el Palacio del
remonte frontón Galarreta-Jai-Alai en Hernani-Guipuzcoa. También incluyo algunos
programas y fotografías históricas, como
testimonio de un tiempo pasado de la pelota-vasca que no volverá.
Los trinketes de Pamplona año 1900
Este articulo está escrito por el inefable Jokintxo
Ilundain:En el año 1840, existían en Pamplona, varios juegos de pelota,
bastantes más desde luego que hoy (año 1944), a pesar de que la ciudad no
sobrepasaba los (25.000 habitantes).Probablemente el más antiguo, aunque de
carácter particular era el del Seminario de la calle de la Tejería, que existió medio
derruido y carcomido por el paso del tiempo t el descuido, hasta el año 1930;
tenía una puerta aparte con el Seminario y se subía al trinkete por unos ocho
peldaños de escalera irregular. Allí llegaron a jugar varios mozos pamploneses.
Conservaba los recovecos de una construcción irregular lo cual servía para que
la pelota tomase en la pared unos efectos raros, y el techo era de vigas de
madera en tramos dispares. Tenía un pasillo bajo, techo a la izquierda, con una
red metálica a base de hierros, y en la parte alta de la izquierda unos
balcones que en su tiempo habían sido palcos de los muy reverendos y señores
catedráticos. Existía también el largo, para lo cual se habilitaba en primavera, verano y en las Fiestas de San
Fermín la plaza de la
Constitución (actual plaza del castillo), en su lado más
soleado y Se ponían bancos alrededor del juego que solían sacarse del teatro
viejo de la calle de Comedias y de la Iglesia de San Nicolás.Pero los que fueron más
populares fueron los de la
Pellejería y los de la calle de San Agustín. El de la Pellejería estaba
frente a la plazuela del mercado de cerdos y fue derribado cuando se instalo la
fábrica de pastas de los industriales
Señores. Oteiza. Era largo y tenía
salida también a la calle de los Descalzos. Vivió y existió durante todo el
azaroso periodo de las guerras civiles y de sitio en Pamplona
Año 1912 la Plaza de la Constitución, con el monumento a la (Mari
Blanca) patrona de los desamparados, actualmente Plaza del Castillo
Entre los datos que he podido investigar sobre este
frontón es que allí se reunió más de una vez la famosa partida de
“Carricalutxe”.Una anécdota, un tanto macabra, pero de fuerte sabor del sector
turbio y pendenciero de los viejos trinketes pamploneses la voy a recordar
aquí. Hasta hace años era conocidísima en todas las tiendas antiguas del barrio
de San Lorenzo.El año 1885 el cólera hizo estragos en Pamplona. ¡El famoso año
del cólera¡ en el Ayuntamiento hay unas curiosas testaciones sobre el avance
del cólera. Un escribano, anota al margen de ciertos documentos. “El Cólera
está en Caparroso” A los cinco días: “El cólera está en Puente la Reina”. Después: el cólera
está en Noáin, para terminar tan terrible invasión, anotando cierto día: “El
cólera ya ha llegado a Pamplona”. Pues aún cuando la ciudad era muy pequeña fue
muy numerosa la mortandad diaria y el Ayuntamiento, para evitar el triste
espectáculo de ver “depósitos” y más “depósitos” para toda la ciudad y a todas horas, dispuso que
los que falleciesen fueran llevados, por la noche, a la pequeña capilla de la Virgen de la O, y de allí, al filo de la
madrugada al cementerio El otro trinkete clásico en el viejo Pamplona del
ochocientos, era el de San Agustín: más moderno que el de Pellejería, más
alegre y de más garantía. A finales del siglo XIX, era frecuentadísimo por toda
la juventud de Pamplona, que alternaba, para satisfacer su afición entre el
“Juego-Nuevo” y el trikete de San Agustín más moderno que el de pellejería más
alegre y de más garantía. Estaba situado en el lugar que ocupo el Viejo
Euskal-Jai y su pared derecha es la que
ocupaba el bar del frontón. Igual que el de la pellejería también tenía salida
a la calle de la Merced
y frente al trinkete había una taberna siempre frecuentada por aficionados a la
pelota y los vecinos de la calle, su dueño era un tal Azcona al que le llamaban
“Minchar”. Varios aficionados de los que después llegaron a ser famosos
pelotaris en el Juego-Nuevo hicieron su aprendizaje en el trinkete de San
Agustín, que tenía dimensiones bastante grandes, con paredes ciegas a los dos
lados y tejadillo en la zaga. Tal sucedió con “Matxin” el popularísimo Martín
Etxegaray, que fue uno de los que más jugaron en dicho trinkete. Se recuerda de
el un partido que jugó en mayo de 1898, contra otro buen mozo; “El Sanitario de
Esquiroz”, a quien le llamaban así porque había estado o estaba de soldado en
el Cuerpo de Sanidad. Era un domingo y comenzaron a jugar (mano a mano) a las
diez de la mañana. Entre los amigos de uno y otro, se jugaba mucho dinero.
“Matxin” salió con una camiseta de pelotari a la moda de entonces a rayas
coloradas, el “sanitario” con una camiseta de fuerte tela negra. Cuando estaban
igualados a cinco juegos muchos de los espectadores fueron a oír misa a San
Agustín, volviendo después al trinkete. Ya estaban jugando a cinco nuevos
juegos. Luchando y sudando, les llegó la hora de comer, bebieron algo caliente,
se abrigaron con unas mantas unos minutos y siguió el partido. Toda la tarde
estuvieron jugando y a las siete estaban nuevamente igualados a juegos después
de haber hecho cada uno (veinte juegos) en ese momento el juez un tal
“Zamorano” suspendió el partido, después
de nueve horas de juego, y con aquellas pelotas que aunque blandas, eran
grandes y de poco toque. Otro partido que aún se recuerda fue el que jugaron
Saturnino Aramendia y Lucio el Telonero, un peón que tenía Vives, contra “El
Esquilador de Astráin”, mozo que cuando venía a jugar a Pamplona levantaba un torbellino de
discusiones. Ya de pequeño se vio en el la valía e intuición para el juego de
la pelota y los de Astráin le llevaron un día a Puente para que jugase contra
los dos mejores del pueblo. Los de Astráin volvieron repletos de buenos
dineros. Otra vez jugó en Óvanos un partido de gran expectación comarcal contra
Eugenio Eraso de Uterga, quien le ganó al “Esquilador” Tenía días de juego
genial y partidos en los que se abatía inesperadamente. El partido que jugó en
el Trinkete de San Agustín a que hacemos referencia era a jugar la pareja
solamente con la izquierda y “El esquilador”, libre. S atravesaron grandes
cantidades de dinero y rompieron no sé cuantas pelotas, jugaron no sé cuántas
horas, porque en el trinkete aquel, muy parecido al de Lecumberri, el tanto era
muy difícil de rematar. Y, al final, tras varias igualadas, en el último juego,
los tres o cuatro últimos tantos los hizo Aramendia con una habilidad
extraordinaria y aprovechándose del manifiesto decaimiento o descorazonamiento
del de Astraín, quien de resultas de este partido, enfermó para una buena
temporada. Antes de ocuparnos de la época de la iniciación del remonte, que
tuvo lugar en aquel inolvidable Juego-Nuevo de Pamplona, justo es, que pongamos
un poco de orden, los recuerdos de los famosos pelotaris de fin de siglo XIX, y
que fueron, por su popularidad nacida de su valía, los ídolos de los públicos
de entonces. Además de la pelota a mano, privaba el guante, primero corto y
después Mauser, muy alargado y estrecho, de pergamino duro y amarillento, hasta
que según el Abate Blasi, invento la txistera un pelotari francés llamado
Gantxiki Harotra. En todo el país, había numerosos frontones dispuestos para
tal juego, cuyo radio de acción abarcaba, con las pelotas de entonces, hasta 18
cuadros: eran abiertos con graderías de piedra o de madera tras la amplia y
arenosa contra kantxa y tenían nombre de fama, por los partidos que en ellos se
disputaban, los dos del viejo Bilbao, el de Portugalete, Markina, Durango,
Vergara, Azpeitía, Renteria…y el Juego-Nuevo de Pamplona, adosado a la casa de
Misericordia, cuando estaba situada en la Taconera, posteriormente Paseo de Sarasate, y
después, el gran frontón descubierto de
verano el Jai-Alai del barrio de Ategorrieta de San Sebastián que se construyó
en el año 1886, al calor del renacimiento de la afición a la pelota, operado
por Indalecio Sarasketa, el “Gran Txikito de Eibar”.
24 de Enero de 1909m Inauguración del nuevo frontón pamplonés "Euskal-Jai"
Fachada del desaparecido frontón Euskal-Jai
Nueva imagen del reformado frontón Madrileño "Beti-Jai", inaugurado el año 1894
Imágen de la cancha del
frontón Beti-Jai, madrileño actual se inauguró El 29 de mayo de 1894.
El frontón Beti-Jai, Madrileño, en la C/ Marqués de Riscal, en el barrio de Chamberí, muy ce encuentra el frontón Madrileño, Beti-Jai, vista de la kantxa.erca del Paseo de la Castellana. Ocupa
una parcela de 3000m cuadrados y la superficie construida alcanza los 10.000 m. Está realizado en diferentes estilos entre los
que cabe destacar el eclecticismo de la fachada principal, el neo mudéjar,
presente en algunas partes del interior, y la arquitectura del hierro
características del siglo XIX. Su núcleo central lo confirma una kantxa al aire
libre, de 67 m
de larga, 20 m
de ancha y 11 metros
de alta. Alrededor de la misma se extienden las gradas, que rodean la kantxa
por sus lados oriental y meridional, dibujando una planta semielíptica. El
graderío tiene una capacidad aproximada para 4.000 personas y se articula en
cuatro plantas, cerradas al interior mediante balcones con barandillas y
comunicadas entre sí a través de escaleras de madera. Se sostiene por medio de
un entramado de columnas y vigas de hierro forjado, algunas de ellas curvadas
para dar inclinación a las gradas, y presenta cubierta de madera. En los techos
se conservan restos de frescos. En la cara occidental se eleva en un muro curvo
neo mudéjar. El frontón se empezó a construir en 1893, con un presupuesto aproximado de unas 500.000 pesetas. Se debe a un diseño del arquitecto Joaquín Rucoba (1844-1919), autor de la Plaza
de toros de la Malagueta, el mercado y el parque de Málaga, así como la Casa
Consistorial de Bilbao, entre otras obras. Fue la cuarta
infraestructura de estas características abierta en Madrid a finales del siglo XIX, en un momento en el
que el deporte de la pelota vasca alcanzó una notable
popularidad en la capital española. Le precedieron, por este orden, los
frontones Jai Alai (1891), Fiesta Alegre y Euskal Jai. Fue inaugurado el 29 de abril de 18947 (otras fuentes indican el 29 de mayo del mismo año8 ) y estuvo en funcionamiento hasta el
año 1919. Con la Guerra Civil durante la defensa
de Madrid sus instalaciones
fueron reconvertidas en comisaría y, durante los primeros años de la dictadura franquista, sirvió como lugar de
ensayo de bandas musicales vinculadas a la Falange Española. A mediados del siglo XX, se
vendió a la compañía automovilística Citroën, que
lo utilizó como taller de reparaciones. En 1997 fue comprado por 2,3 millones de euros por la sociedad vasca Frontón Jai Alai, que inicialmente
pretendía su recuperación para uso deportivo. Posteriormente, la propiedad pasó
a manos de la empresa Aguirene. El 9 de
febrero de 2011 fue declarado como Bien de Interés
Cultural por la Comunidad de Madrid El frontón Beti-Jai, es actualmente el frontón más
viejo del mundo. Actualmente está totalmente reformado con su diseño original,
pero no se sabe el destino del frontón, parace que bo se ponen de acuerdo la
plataforma que defiende el frontón como bien cultural y el ayuntamiento de Madrid.
Fotografía histórica de Indalecio Sarasketa (Txikito de Eibar) año
1880
Frontón "Fiesta-Alegre" de valladolid año 1894
La inauguración oficial fue el 7 de
septiembre de 1894 con el partido det xistera entre Araquistain e Irún contra Muchacho
y Sarasúa.
El año 1894 la sociedad formada por el vallisoletano Ángel Chamorro y
los Madrileños José Rodríguez y Valeriano Macuso decidieron construir en
Valladolid un hermoso frontón para la practica de la pelota-vasca. El lugar
escogido para su construcción fue la calle Muro. Los planos y la dirección de
las obras le fueron encargadas a Santiago Rodríguez Herrero. El edificio
contaba de tres pisos. La planta baja, el primero o principal y el segundo. La
fachada principal era de ladrillo rojo, tenía ocho puertas de arco en la planta
baja y en el primero y segundo piso ocho balcones iguales, terminaba en un
ático en cuyo fondo figuraba la inscripción “Frontón Fiesta-Alegre” La fachada
lateral izquierda, estaba formada por un arco y un balcón y luego diecisiete
arcos en la planta baja y diecisiete ventanas en los pisos principal y segundo.
El edificio estaba totalmente aislado en una parcela rectangular de 1.971 m2, de los cuales
455 correspondían a las plantas de la galería y de los pasillos y 196 al café,
despacho de billetes y otras dependencias. El edificio terminaba en una
cubierta, realizada por Romualdo Martín, formada por cerca de 7.000 cristales,
y sostenida por bastidores y correas de hierro. Encima de la cubierta había un
corredor longitudinal para reparaciones y limpieza y tres para-rayos. La altura
desde el suelo era de 24 m.
La pared del frontis y gran parte de la contra-kantxa era de piedra de
sillería, el resto de ladrillo prensado procedente de la fábrica de Eloy y
Silio. En la construcción del edificio se utilizaron 1.400.000 ladrillos Las
columnas, vigas y la armadura de la cubierta eran de hierro, con un peso de 80.000 kg, realizado todo
en los talleres de fundición de Leto Gabilondo de Valladolid. Las escaleras y
la separación de las localidades eran de madera. Toda la carpintería fue
realizada en la ciudad por los sobrinos de Pedro Anciles. El decorado y la
pintura del interior la realizaron los vallisoletanos Luis Gijón y Claudio
Cilleruelo. La kantxa de juego tenía 1320 m2 de superficie, 60 m desde la pared de juego
al de rebote y 22 m
desde la pared de contra-kantxa. Las localidades en los pisos primero y segundo
había gradas, plateas y palcos, y en la planta baja filas centrales, gradas
semicirculares y sillas de kantxa. El frontón tenía capacidad para 2.716
espectadores. Además de la kantxa de juego el edificio estaba dotado con un
Café, contaduría, vestuarios, enfermería, botiquín y servicios con agua
corriente. El 22 de Noviembre de 1915 el edificio pasó a ser la sede de la Casa
Social católica de Valladolid, donde estuvo más de veinte años, posteriormente
el edificio fue derribado.
Frontón "Euskal-Duna" de Bilbao, año 1939
Fachada del frontón Bilbaíno, Euskal-Duna"
Bilbao 8 de Diciembre de 1939
Bajo la dirección del Intendente y súper-fenómeno de
la pelota en todas sus modalidades. Indalecio Saraketa, Txikito de Eibar. El 8
de diciembre de 1939, se inaugura el nuevo frontón Euskalduna, con un festival
de pala y remonte en el que jugó, El Mago del remonte, Jesús Ábrego, como un
reconocimiento al fenómeno y a la especialidad del remonte, que en el frontón
Euskalduna, disfrutó de tardes memorables. En la inauguración del nuevo frontón
Euskalduna -Bilbaíno, participaron los palistas aficionados Adrián Otxandiano y
Fidel Jadraque contra Pello Mari Baleztena y Enrique Abril el partido lo
ganaron los primeros por 30-26,
a continuación se celebró un partido de remonte, en el
que intervinieron las dos grandes parejas, Jesús Ábrego acompañado de Bernardo
Irigoyen II frente a Francisco Arce, (Chichan)
y Juan Iturain, ganaron el encuentro Arce-Iturain. Su última función se
celebró el 29 de agosto de 1957, aquel día la pelota en general y la pala en
particular estaba de luto de había cerrado el frontón más emblemático de la,
Pala. El 11 de octubre de 1967, diez años después sin la pala en Bilbao, se
inauguró el nuevo frontón Club Deportivo de Bilbao, donde se jugó a pala hasta
su cierre como frontón largo en el año 2012. Ha sido el centro vital de nuestro
deporte en Bilbao. En el primitivo frontón Euskalduna actuaron un nutrido grupo
de magníficos jugadores como Chistu (1910), los Quintana (de Deusto), Elorrio,
Nervión, los Goiri, los Amorebieta, Ochoa, Goiri, Chiquito de Bilbao, Arrarte,
Solozábal, Chiquito de Gallarta, Azurmendi, Araquistáin, Inza y otros hasta que fue destruido
Vista interior del nuevo frontón Euskalduna-Bilbaíno en su inauguración
El viejo frontón Euskal-Duna. En 1937 fue destruido por una bomba durante la
guerra. Las obras de reconstrucción comenzaron en 1939 y se terminaron en
diciembre. Se inauguró con un partido a pala entre los aficionados Ochandiano y
Jadraque contra Pello Mari Baleztena y EnriqueAbril, ganando los primeros por 30-26. Se
cerró el 30 de agosto de 1957. Un grupo de jugadores (la caja) era perfecto:
Portal, Pasieguito, de Irún, Navarrete, Gamborenea, Francés, Bionicle, Eguibar,
Pedrosa, Abadiano, Barcaiztegi, Mendiguren,
Brau, A. Garro, Bravo, Cecilio, George, Muchacho, Salazar, Olaitz y Zabarte.
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