sábado, 22 de junio de 2019


Frontón “Galarreta-Jai-Alai”
Ansa II y Arruarte se proclaman campeones del
Berria Txapelketa

Los campeones del “Berria-Txapelketa” con los trofeos y acompañados de los Subcampeones

GALARRETA – 15 de Junio de 2019

Ansa II y Arruarte son los primeros campeones del Berria Txapelketa 2019 después de imponerse 40-31 a Goikoetxea V y Aizpuru III en la gran final. 
Se cumplió el pronóstico y los favoritos se calaron la txapela, pero les costó y solo al final sltaron el brazo, especialmente Ansa, y soltaron a los rivales en el marcador.
El partido transcurría muy igualado pero un parcial final de 12-3 decidió la final. Del empate a 28 se pasó al 30-29 y de ahí ya casi a un definitivo 36-29 que se cerró con dos tantos más de los azules y cuatro de los colorados. 
El remontista de la final fue sin duda Ansa II que hizo en total hasta 26 tantos, diez de ellos desde el empate a 28. Le costó soltar el brazo, pero cuando lo hizo no tuvo respuesta rival y se marcharon los colorados directos a por la txapela.
Una txapela que fue trabajada y laboriosa. Los colorados nunca perdieron el mando del marcador, pero tampoco lograron nunca despegarse hasta la última decena de tantos. 
Salieron fuertes Ansa y sobre todo Arruarte y cogieron una primera renta de cuatro tantos 6-2. Reaccionaron los azules y lograron empatar a 7, 8 y diez, pero los rojos volvieron a coger una pequeña ventaja de tantos en el 17-12 y 19-14. Eran las máximas hasta ese momento y parecía que se podía romper la final, pero no sucedió nunca salvo ya al final. 

Los pelotaris en pleno esfuerzo en la final del “Berria-Txapelketa”

Las ventajas volvían a ser de tres, cuatro tantos para la pareja urnietarra hasta que una nueva reacción azul les llevó a ponerse a un tanto 23-22 y y empatar a 28 tras ir perdiendo 27-23. Eso sí, cada vez que atraparon al rival Goikoetxea y Aizpuru no supieron pasar en el marcador y eso les condenó. En la última decena reaccionó Ansa y no dio ningún margen más al urnietarra Goikoetxea V y al azpeitiarra Aizpuru. La txapela por lo tanto viajó enteramente a Urnieta, ya que los ganadores completaban un dúo 100% de Urnieta.Ansa II con 26 tantos y tres fallos fue el mejor del partido. Le acompañó bien Arruarte, con cuatro tantos en el peloteo, dos de saque, cuatro errores en el peloteo y una falta. Eso sí, estuvo sólido al rebote y eso impidió que los azules tuvieran éxito en su táctica. Unos azules irregulares por momentos que les condenó a la derrota en la final, pero que estuvieron metidos de lleno en el duelo y hasta pudieron ganar con opciones serias. Goikoetxea acabó con 13 tantos y cinco fallos, mientras Aizpuru III hizo seis tantos en el peloteo, cuatro de saque por tres fallos. 

Ansa II
"Éramos favoritos desde fuera, pero no se veía hacia que lado podía caer la final. Hemos sufrido mucho para ganar esta final. Las finales son para ganar y por eso quizás no ha sido un partido muy vistoso. Suele haber más nervios y nuestra misión era no arriesgar y hacer un juego sólido minimizando los errores. Me he sentido un poco atado, pero como en todo el campeonato cuando no han salido las cosas he sujetado los partidos y me voy con una buena sensación".

lunes, 10 de junio de 2019


El domingo día 16 de Junio en Labastida-Araba. La Asociación de Pelotaris-Pilotarien- Batzarra celebra el homenaje anual a las viejas glorias de la pelota-vasca, este año por Navarra le ha correspondido al genial artista del remonte, en el siglo XX. Raúl Jiménez Albisu



Raúl en un partido de parejas en el frontón “Euskal-Jai-Berri de Huarte-Pamplona



Pamplona 8 de Junio de 2019

Raúl Jiménez Albisu, nació en la C/ San Agustín de Pamplona, frente al desaparecido  frontón “Euskal-Jai” el 26 de Enero de 1935, debutó el 23 de mayo de 1953, en compañía del guipuzcoano, Iñaki Ayerbe frente a Azkarate I-Juan Arizcuren, se despidió de la pelota profesional en el “Euskal-Jai-Berri” con un gran homenaje el 6 de Enero de 1987, ponía fin a 34 años como profesional del remonte. Raúl ha jugado en los frontones Euskal-Jai, de Pamplona, Recoletos. Madrileño, Urumea de San Sebastián, Novedades de Barcelona, Deportivo de Bilbao, Izarraitz de Azpeitia, Galarreta-Jai-Alai de Hernani-Guipúzcoa  y Euskal-Jai-Berri de Huarte-Pamplona, Participo en los Mundiales de pelota que se celebraron el Hossegor-Francia en un partido de remonte de exhibición el año 1979. Su palmarés dos campeonatos de remonte por parejas 1973 con Juan Arizcuren y con un suplente de lujo Arbizu I “Mere” 1982, con el navarro de Alsasua Gerardo Urteaga  y tres subcampeonatos 1962, con Arbizu I “Mere”  1977 con Gerardo Urteaga  y 1980 con Iñaki Ayerbe. Este es un pequeño homenaje a uno de los grandes artistas  del remonte del siglo XX. Con cariño de su primo, José Javier Albisu Pérez


















domingo, 2 de junio de 2019


“HISTORIA DE LOS FUEROS DE NAVARRA”
LA HISTORIA DE ROSA OTEIZA ARMONA
LA PAMPLONESA QUE SIRVIÓ DE MODELO  AL MONUMENTO DE LOS FUEROS DE NAVARRA QUE NUNCA FUE INAUGURADO.
PAMPLONA AÑO 1903


Homenaje y reconocimiento a la pamplonesa Rosa Oteiza Armona, nacida en Pamplona en el siglo XIX y que es la gran desconocida de los Pamploneses y Pamplonesas, sirva este articulo para que se conozca parte de su historia.


Pamplona 13 de Agosto de 1883

Rosa Oteiza Armona, nació en Pamplona en la calle San Antón nº 22-4º el 13 de agosto de 1883, era la segunda de los siete hijos que entre 1878 y 1899 tuvieron Miguel Oteiza Alonso (1855-1899) natural de Allo-Navarra y Francisca Armona Olite, (1859-1945) de Urroz-Villa-Navarra. Conviene señalar que Ramón Armona bisabuelo de Rosa Oteiza, era natural de Pamplona del barrio de la Magdalena.
Se llamaba Rosa Estefanía Oteiza Armona, contaba 19 años cuando sirvió de modelo para la escultura y vivía, por aquel entonces, en la calle San Antón.
Su vida entre 1883 y 1970 es más bien desconocida. Sin embargo, un detalle no pasó desapercibido para la Pamplona del momento: era la amante de José Martínez de Ubago, hermano de Manuel, el arquitecto que erigió el monumento.
Han leído bien: “amante”. José Martínez de Ubago, casado, vivía una relación ilegítima con la joven Rosa, de la que tuvo tres hijos. Ahora que se ha restaurando el monumento a los Fueros es buen momento para recordar la biografía de la mujer que le dio su imagen: La Pamplonesa Rosa Oteiza Armona, cuya vida es un paradigma de la humillación y el olvido.

Mª Jesús  Fernández Martínez de Ubago  (Lara Ubago)

“Mi bisabuela fue, para mí, el arquetipo femenino de la lucha de clases, la pelea por los derechos de sus hijos; en el fondo, es un interesante paralelismo para alguien cuya imagen ha venido a simbolizar los “Fueros de Navarra”. Año 1904.
Esa figura lleva 107 años encarnando la defensa foral de la ciudadanía Navarra desde su inalcanzable pedestal del paseo de Sarasate, con la ley en una mano y las cadenas del escudo en la otra. Estos días, con la restauración del monumento, la están poniendo guapa, pero ya difícilmente le restituirán su papel en la historia, su valor en vida y el humillante olvido al que ha sido sometida durante más de un siglo. Así lo denuncia la biznieta de Rosa Estefanía Oteiza Armona, la pamplonesa nacida en 1883 en la calle San Antón que a los veinte años sirvió de modelo para la estatua femenina que representa el Monumento a los Fueros erigido por suscripción popular en conmemoración de la popular Gamazada de finales del siglo XIX. Su historia es poco conocida, su identidad ha sido reiteradamente ocultada durante más de un siglo y una de sus descendientes se conforma con “recomponer los retazos de su vida; eso ya significaría un acto de reconocimiento”. Son palabras de María Jesús Fernández Martínez de Ubago, nacida en 1963 y a quien se conoce como Lara Ubago en el mundo de la moda y el diseño en el que se desenvuelve como una reconocida profesional. Como ya han ido desgranando distintas e inconexas fuentes (la Web latxistorra-digital.com, el libro Pacto y Libertad editado con motivo del centenario del monumento, etcétera), la historia de Rosa Oteiza es, además de rocambolesca, muy triste, y pese a la creencia generalizada, vivió en Pamplona hasta los años 70 en un anonimato inmerecido y apartada de sus hijos. Se dice que murió a los 87 años en Pamplona una ciudad aún cerrada en los estertores del franquismo. Lara Ubago es biznieta de Rosa Oteiza y de José María Martínez de Ubago, escultor de la estatua de los Fueros y coautor del monumento junto a su hermano Manuel. Mientras que Rosa era hija de la portera de un colegio y procedente de una familia humilde y numerosa, José María tenía una posición nada desdeñable en la Pamplona de inicios del siglo XX. Como en los folletines decimonónicos, como en Fortunata y Jacinta o La Regenta, su historia parece más literaria que real, por lo típico que resulta aquel amor imposible dada la diferencia de clases sociales. Además de su modelo, Rosa fue también la amante del autor, y de ahí nacieron tres hijos fuera del matrimonio (¡atención, Pamplona, 1903!): Julio, José María y Luis. Pese a todo, su padre les dio el apellido Martínez de Ubago y de segundo llevaron Lizarraga, lo que hizo desaparecer a Rosa Oteiza de la historia. El escándalo era inocultable en la Pamplona de la época (apenas 28.000 habitantes), máxime cuando el 7 de abril de 1903 llegó desde la fundición catalana Masriera y Campiu la figura de bronce de cinco metros de altura y 5.000 kilos de peso: su rostro era el de Rosa Oteiza, la amante de José María Martínez de Ubago. Una de las especulaciones que quieren explicar por qué nunca se inauguró el monumento se basa en el escándalo que supuso en la mojigata Iruña de entonces esta relación pecaminosa elevada a símbolo de los Fueros: poco menos que un sacrilegio. Parece que hubo razones políticas de más peso, como la polémica levantada por las inscripciones del pedestal, pero jamás se han alcanzado conclusiones definitivas. Han pasado 116 años, y parece que ha caducado la ocasión de inaugurar el monumento.

Un episodio de “traca”


Rosa Oteiza

Rosa Oteiza impidió la boda de Martínez de Ubago en Zaragoza Lara Ubago, lleva años intentando reconstruir la historia de su bisabuela Rosa, pero le faltan por llenar muchos huecos y décadas enteras de su vida. Lara es nieta del segundo de los hijos habidos entre Rosa y el escultor José María Martínez de Ubago, llamado Julio, nacido en 1903 y quien desde siempre le habló de aquella bisabuela olvidada. “Me decía muy triste que yo le recordaba a ella, y ésa es una de las razones por las que empecé a investigar esta historia”. Tras acabar el Monumento a los Fueros, los hermanos Julio y José María (éste dejando a sus tres hijos ilegítimos y a Rosa) se trasladaron a Zaragoza, donde trabajaron en varios proyectos arquitectónicos y donde se produce la “sonadísima” reaparición de la madre abandonada por el escultor. Lara ha podido saber que su bisabuelo José María se iba a casar en 1908 con una mujer de su posición social, pero “Rosa Oteiza irrumpió en la ceremonia acompañada de sus hijos para impedirlo”. Después de aquello, el escultor se trasladó a San Sebastián, probablemente llevándose consigo a los tres hijos que tuvo con Rosa, ya que estos crecieron en una pensión donostiarra que seguramente pagaría su padre. Ahí se pierde de nuevo el rastro de Rosa. Además, y por lo que se sabe, el propio José María, (que llegó a ser alcalde de San Sebastián en 1935 por el Partido Radical) evitó el contacto con sus hijos ilegítimos pues no llegó a conocer a los nietos que le dieron. Mientras tanto, volvió a casarse y tuvo cinco hijos, dando inicio así a otra saga de Martínez de Ubago, cuyos descendientes se han criado también en Donosti, pero en paralelo a los procedentes de la relación con Rosa Oteiza y sin contacto entre ambas ramas. “Es  improbable que una madre abandone a sus hijos por propia iniciativa -afirma Lara en referencia a Rosa Oteiza-, por lo que quizás le obligaran a hacerlo”. Para su biznieta, ésta es la parte “más triste de la historia, porque sus hijos decían que  Rosa  murió joven. Sin embargo, Lara ha sabido que la modelo del Monumento a los Fueros seguía viva, ya que trabajó como comadrona en Rentería, entre los años 1932 y 1942. Quizás sí estuvo  cerca y hubo una ruptura (en Pamplona, parece  que también se hablaba de que cuando José María se volvió a casar ella abandonó Guipúzcoa y los hijos se quedaron con el padre). Esta hipótesis la dejaría en un lugar menos de víctima y más de mujer pasional. Los hijos ya  no eran niños en esa época.”
Final inacabado




Una biografía sin terminar para una estatua sin inaugurar. No hay más datos, y a partir de ahí se expanden las habladurías sobre el regreso de Rosa Oteiza a Pamplona y de su muerte a la edad de 87 años. Mucho después, en 2003, se cumplió el centenario del Monumento a los Fueros sin ninguna mención oficial a la mujer que ha prestado para la eternidad su figura y su rostro al símbolo navarro más universal, una estatua a cuyos pies se han sucedido manifestaciones de izquierdas, de derechas, vasquistas, navarristas, etcétera, prueba de que todos los navarros asumen como propia la figura que simboliza Rosa Oteiza, aunque forzosamente no puede significar lo mismo para todos…Rosa Oteiza Armona , falleció en la calle Pozo-Blanco nº 19 de Pamplona el 17 de Octubre de 1970 a los (87 años de edad) Lara Ubago Biznieta de Rosa Oteiza ha colaborado con la elaboración de este articulo con lo que sabe, sobre su bisabuela en el empeño de descubrir qué pasó, de darle un lugar en la historia familiar. Que si alguien sabe más de lo que aquí se explica, o tiene fotos de ella, o más datos, agradeceré se ponga en contacto conmigo.
Texto  de Lara Ubago, fotografía de la Txistorra digital