viernes, 15 de febrero de 2019



"HISTORIAS DE LA PELOTA-VASCA"


lAS MURALLA DE HONDARRIBIA SIRVIERON DE FRONTÓN
EN EL SIGLO XVIII



Cuadro pintado por el artista Gustave Colin en el año 1863, del Museo-Vasco

Hondarribia-Ondarribia año 1863
Observando el cuadro pintado por Gustave Colin en 1863 del Museo Vasco y la historia de Bayona. Bajo la muralla de Hondarribia, donde se observa el juego a pelota, modalidad juego directo, practicado a guante. El que conocemos actualmente como guante-laxoa, jugaban cuatro jugadores contra cuatro., principalmente al aire. Le seguiría el juego a rebote, con cesta de mimbre. Todos ellos, evolución del juego originalmente conocido por bote luzea o el “jeu de paume” (juego a palma).
La muralla de Hondarribia, ya aparece como espacio para el juego de la pelota en 1775, en documentos cartográficos de la villa Guipuzcoana.
Solo una veintena de años separan la imagen del partido en las murallas de Hondarribia, de la conferencia del Dr. San Martín en el Ateneo de Madrid; y ya se leían las críticas, al juego de frontón con pared izquierda. El juego en “decadencia” era el juego directo, mientras que el juego novedoso, que causaba furor y estaba de “moda” era el juego a blé, contra la pared.
Durante el siglo XIX, se construyeron la mayoría de los frontones que hoy consideramos históricos, y son parte de nuestro patrimonio cultural, artístico y arquitectónico. Frontones que hicieron casi desaparecer, a los espacios de juego de la modalidad de la cual nació, el juego directo.
La evolución
Antes de la construcción de los frontones de pared izquierda, a pelota se jugaba en los prados, las calles y las plazas, adecuando el juego a la arquitectura que le rodeaba. Con el frontón de pared izquierda, vino una revolución arquitectónica del espacio del juego, siendo necesaria la construcción de dos paredes ex proceso. Algunos pueblos, los construyen respetando el espacio del juego original. La gran mayoría construyó un espacio nuevo, con mayor o menor acierto arquitectónico y urbanístico en su ubicación. Luego siguieron los edificios que encerrarían los frontones, y poco a poco, la pelota desapareció de la mayoría de las plazas de nuestros pueblos.

Una época
El siglo XIX, fue una época de desarrollo económico, cultural y científico, donde la sociedad, ansiosa de expansión, al parecer, no tuvo inconveniente en deshacerse de las herencias de sus antepasados. Se derribaron las murallas de las ciudades, para construir los ensanches, y de paso se perdieron los espacios que originalmente pertenecían al desarrollo del juego de la pelota antigua.
Sin embrago, se mantienen, los espacios de las poblaciones que han respetado y mantenido la arquitectura y el urbanismo previo al siglo XVIII y XIX.
Entre estos espacios, podemos encontrar, las murallas de Hondarribia, Laguardia y restos de la muralla de Getaria... Mientras que en Orduña, Bilbao (pilota zaharra kalea), o Zumaia, Zarautz (frontón txiki)… el nuevo urbanismo hace desaparecer, los espacios para el juego de la pelota.


Vista panoramica de la fachada del bonito frontón  descubierto en la zona de Arguelles de Madrid "Fiesta-Alegre" se inauguró el año 1891



Interior del frontón descubierto "Fieta-Alegre" de madrid



























1 comentario:

  1. Falta poner la bibliografia de donde se ha obtenido esa información, sobre todo si se trascribe tal cual el texto de otro autor. Gracias

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