HOMENAJE
AL HISTÓRICO MATADOR DE TOROS, ITALO-GUIPUZCOANO
Y GRAN AFICIONADO A LA PELOTA-VASCA,
D. LUIS MAZZANTINI Y EGUIA
AL HISTÓRICO MATADOR DE TOROS, ITALO-GUIPUZCOANO
Y GRAN AFICIONADO A LA PELOTA-VASCA,
D. LUIS MAZZANTINI Y EGUIA
D. Luis Mazzantini, gran aficionado a la pelota-vasca como podemos observar en
la fotografía vestido de pelotari, tanto Luis Mazzantini
como su hermano Tomás
auspiciaron a partir de abril 1898 la construcción de un gran frontón en
auspiciaron a partir de abril 1898 la construcción de un gran frontón en
Elgóibar-Guipúzcoa año 1856
Luis Mazzantini y Eguía. Nació en (Elgóibar, el 10 de Octubre año 1856, hijo de Giuseppe Mazzantini, natural de Pistoia (Italia), su madre era española y vasca.. Falleció en Madrid, el año 1926).
Luis Mazzantini Torero español. Hijo de padre italiano, vivió en Francia y en
Debuto en Madrid: la familia real asistiría a su debut como novillero.
En 1870 regresó a España, donde obtuvo el grado de bachiller en Artes. Empezó a trabajar como telegrafista en diversas compañías ferroviarias, hasta que llegó a ser jefe de estación en el pueblo toledano de Santa Olalla; pero su afición a los toros una vez que hubo asumido su fracaso en el intento de convertirse en tenor de ópera- pudo con todos los empleos estables que quisieron ofrecerle.
En 1884, apadrinado por Salvador Sánchez Povedano, "Frascuelo", recibió la alternativa en la plaza de la Maestranza de Sevilla, enfrentándose a toros del
El hermoso e histórico frontón Cubano (Jai-Alai) “El
Palacio de Los Gritos”
con una cancha de 15 cuadros y 66 metros. Luis Mazzantini con su hermano
con una cancha de 15 cuadros y 66 metros. Luis Mazzantini con su hermano
Tomás. Gestionaron durante un tiempo, el frontón se
inauguró el año 1901
Hierro de Adalid. Avalada por su eficacia a la hora de acabar con las reses, su fama de torero valiente y excéntrico se fue propagando por toda
Tomó la alternativa en Sevilla, de manos de Salvador Sánchez, (Frascuelo), el 13 de abril de 1884, con toros de Adalid. La confirmó, en Madrid, el 29 de mayo del mismo año, siendo su padrino Lagartijo y los toros de Murube.
Los espectadores le llevaron a hombros hasta su coche.
D. Luis Mazzantini
Opinión que quería
vincularle férreamente con la masonería: sus detractores murmuraban que
aprovechaba sus numerosos y prolongados viajes -llegó a torear en la parisina
plaza de Pergolesse, que albergó corridas entre 1889 y 1893- para relacionarse
con los masones del extranjero. Este cosmopolitismo taurino le otorgó el
privilegio de inaugurar, el 25 de
mayo de 1890, la plaza de toros de Orán.
Aunque torpe con el capote y no muy garboso con la muleta, Mazzantini fue un estoqueador colosal y un severo y eficiente director de lidia.
Se distinguió por defender la pureza dela Fiesta dentro y fuera de la plaza, como lo prueba
el hecho de haber pasado a la historia de la Tauromaquia como el
primer diestro que acabó con la arbitraria y caprichosa elección del orden de
lidia de los toros, privilegio ostentado hasta entonces por los ganaderos.
Mazzantini impuso que las reses se sorteasen entre los espadas que constituían el cartel, y exigió que este derecho quedase garantizado en los contratos. Fue, además, un maestro generoso con sus subalternos, entre los que llevó durante muchos años como peón de confianza a su hermano Tomás (Llodio, 1862), que fue uno de los mejores bregadores de su tiempo.
Entre 1895 y 1896, habiéndose apartado de los ruedos Rafael Guerra Bejarano, "Guerrita", Luis Mazzantini ganó fama de ser la primera figura del toreo en España; pero una vez reaparecido el genial cordobés en 1897, entró en franca decadencia y reanudó sus escapadas al exterior dela Península. Ello no
le privó de obtener contratos cuando quiso
regresar a la Corte :
toreó en Madrid en 1900, en 1901 (ante el rey Alfonso
XIII, a quien Mazzantini brindó el primer toro que viera lidiar el
monarca), en 1902 (año en que apadrinó la alternativa de Vicente Pastor), y en
la temporada de 1903 (en la que llegó a matar nueve corridas en la plaza madrileña).
En 1905 marchó a México, donde se despidió de la afición azteca el 20 de septiembre de 1905. Allí mismo, poco tiempo después. Su retirada fue muy dolorosa. Había
Aunque torpe con el capote y no muy garboso con la muleta, Mazzantini fue un estoqueador colosal y un severo y eficiente director de lidia.
Se distinguió por defender la pureza de
Mazzantini impuso que las reses se sorteasen entre los espadas que constituían el cartel, y exigió que este derecho quedase garantizado en los contratos. Fue, además, un maestro generoso con sus subalternos, entre los que llevó durante muchos años como peón de confianza a su hermano Tomás (Llodio, 1862), que fue uno de los mejores bregadores de su tiempo.
Entre 1895 y 1896, habiéndose apartado de los ruedos Rafael Guerra Bejarano, "Guerrita", Luis Mazzantini ganó fama de ser la primera figura del toreo en España; pero una vez reaparecido el genial cordobés en 1897, entró en franca decadencia y reanudó sus escapadas al exterior de
En 1905 marchó a México, donde se despidió de la afición azteca el 20 de septiembre de 1905. Allí mismo, poco tiempo después. Su retirada fue muy dolorosa. Había
anunciado que dejaría
los ruedos en 1905, en una temporada de despedida, pero durante el
invierno viajó a América. Toreaba en Guatemala cuatro corridas y durante ese
tiempo, su esposa se quedó en México, donde enfermó gravemente y falleció. Luís
cortó rápidamente sus actuaciones (la última fue el 12 de febrero de 1905) y
prometió al cadaver de su esposa que nunca más se vestiría de luces (algo que
ella le había pedido en los últimos meses). Se cortó la coleta y la anudó a la
muñeca de Concepción, ya fallecida
D.Luis Mazzantini y Eguia
Durante estos años,
Luís Mazzantini revolucionó el mundo de los toros.
Su cultura le permitiría acudir al Teatro Real con la nobleza de la época
y nunca se codeó con sus compañeros de profesión, más dados a las tabernas y
tablaos flamencos.
En Madrid era conocido como "El señorito loco" y marcó una tendencia cultural y una moda de la que nacieron los bastones, sombreros y levitas con nombre Mazzantini. Fue empresario de la Plaza de toros de Madrid y del Teatro Real, ambas ocupaciones sin mucha suerte, lo que le supuso algunos malos momentos económicos. Su aportación más novedosa al mundo de los toros fue la exigencia al sortear el orden de lidia de las reses, una práctica que no se reglamentó hasta los años veinte, pero que él impuso en sus actuaciones.
En Madrid era conocido como "El señorito loco" y marcó una tendencia cultural y una moda de la que nacieron los bastones, sombreros y levitas con nombre Mazzantini. Fue empresario de la Plaza de toros de Madrid y del Teatro Real, ambas ocupaciones sin mucha suerte, lo que le supuso algunos malos momentos económicos. Su aportación más novedosa al mundo de los toros fue la exigencia al sortear el orden de lidia de las reses, una práctica que no se reglamentó hasta los años veinte, pero que él impuso en sus actuaciones.
Abatido por el
reciente fallecimiento de su esposa. De regreso a España se dedicó de lleno a
la política.
Su notoriedad y su enjundia le llevaron a ser, además de empresario del Teatro Real, concejal del Ayuntamiento de Madrid, teniente alcalde del distrito de Chamberí, diputado en Cortes y Gobernador Civil de Guadalajara y Ávila.
Tras su retirada, se dedicó a la política con el cargo de Gobernador de Guadalajara y Ávila, pero pronto decidió retirarse al Puerto de Santa María donde pasaba su mayor parte del descanso.
Luís M azzantini, falleció en Madrid el 24 de Abril de 1926, a los 69 años de edad, víctima de un fallo cardíaco.
Su notoriedad y su enjundia le llevaron a ser, además de empresario del Teatro Real, concejal del Ayuntamiento de Madrid, teniente alcalde del distrito de Chamberí, diputado en Cortes y Gobernador Civil de Guadalajara y Ávila.
Tras su retirada, se dedicó a la política con el cargo de Gobernador de Guadalajara y Ávila, pero pronto decidió retirarse al Puerto de Santa María donde pasaba su mayor parte del descanso.
Luís M azzantini, falleció en Madrid el 24 de Abril de 1926, a los 69 años de edad, víctima de un fallo cardíaco.
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